Sé que me repito, pero pienso hacerlo hasta que me entre en la cabeza de una vez, y es que cada vez que aparezco por aquí con una novela histórica, un género que hace años era mi principal tema lector, vuelvo a reprocharme lo abandonado que lo tengo desde hace tiempo a pesar de las grandes satisfacciones que me da. En esta ocasión, además, me ha hecho descubrir a un autor que a pesar de tener unos cuantos libros publicados para mí era un completo desconocido hasta ahora, Javier Torras de Ugarte. Hoy os hablo de La dama púrpura.
Mi opinión
Corre el año 769 y aunque Irene, en su Atenas natal, sueña con un futuro de grandeza que la saque de la casi miseria en la que vive, poco puede imaginar lo que el destino tiene preparado para ella y es que poco después será desposada con León el Jázaro, futuro emperador de Bizancio.
Así comienza una novela que nos acerca a un personaje histórico sobre el que debo confesar mi ignorancia y es que esta joven y bellísima ateniense, llegó a gobernar Bizancio durante más de veinte años, alcanzando unas cotas de poder impensables para una mujer en aquella época. Una emperatriz con unos pocos, pero fieles, amigos y con muchísimos enemigos, incluso en el seno de su propia familia. Una mujer tan poderosa como ambiciosa, tan bella como buena gobernante que logró sobrevivir contra viento y marea en un entorno hostil y que fue la única mujer a la que se consideró “emperador”. Javier Torras de Ugarte rescata del olvido a Irene de Atenas y combina sin fisuras el rigor histórico con la reconstrucción noveladade aquello que no conocemos y así nos muestra una joven que se sobrepone a todas las zancadillas que la vida le pone por delante para conseguir brillar con luz propia. Una de tantas mujeres olvidadas por los historiadores y de la cual solo nos ha llegado alguna que otra anécdota que encontraremos en La dama púrpura y que, al menos en mi caso, me arrancó un ¡ah! Esta fue Irene de Atenas.
Personajes históricos y ficticios se dan la mano y conforman un amplio elenco que despertarán mil y una emociones en el lector que los sentirá de carne y hueso. El autor nos hace partícipes de sus miedos, de sus pasiones y de sus decisiones, aunque no siempre podamos compartirlas. Personajes que traspasan las páginas y que conviven aunando con acierto la realidad y la ficción y enriqueciendo una lectura que va más allá cuando consigue que nos sintamos parte de ella, trasladándonos a la suntuosidad de los palacios y a sus intrigas y juegos de poder. Es también de la mano de algunos personajes, principalmente de dos, Zoe y Heron, fieles amigos, ficticios en este caso, de Irene hasta el final, con quienes el autor nos acerca también a la historia legendaria de una época llena de mitos y leyendas, combinando estos con la realidad histórica en un relato que se lee con tanto interés como avidez.
Con una prosa elegante y cuidada y un estilo depurado y pulcro, Javier Torras de Ugarte a través de las palabras recrea imágenes en nuestra cabeza con una magnífica ambientación de cualquiera de los escenarios descritos de forma que incluso otros sentidos como el tacto y el olfato parecen activarse para que el lector se sienta trasladado a cualquiera de los muchos lugares del Mediterráneo que recorreremos. Todo ello es fruto sin duda alguna tanto del buen trabajo con las palabras por parte del autor, como del que ha debido ser un enorme trabajo de documentación que queda perfectamente integrado en la narración sin que en ningún momento suponga un lastre para la lectura ni siquiera cuando salpica la trama con múltiples historias mitológicas que tengo que admitir son para mí una pequeña debilidad.
En definitiva, La dama púrpura es una fantástica novela histórica que se lee con avidezconforme avanzan las páginas. Un relato épico lleno de intrigas y pasiones que crece en intensidad hasta un final emocionante. Amantes del género, no os la perdáis.