La marcha semanal por las calles de La Habana que realizan desde 2003 las Damas de Blanco para pedir la liberación de sus familiares corre serio peligro de ser acosada e intimidada, según Amnistía Internacional.
Las Damas de Blanco son un grupo de mujeres familiares o amigas de personas detenidas durante la campaña de represión llevada a cabo por el gobierno cubano en marzo de 2003 contra quienes lo criticaban, en lo que se denominó Primavera negra de 2003.
Lar marchas se celebran cada domingo y parten de la Iglesia de Santa Rita, desde donde se lanzan a recorrer las calles de la capital de Cuba tras escuchar una misa. Aunque ya han denunciado acoso en varias ocasiones, las Damas de Blanco han manifestado que, durante las últimas semanas, el acoso por parte de los simpatizantes del gobierno, la policía y los agentes del Departamento de Seguridad del Estado se han intensificado.
Durante la celebración de dichas marchas han sido insultadas por simpatizantes del gobierno concentrados al efecto y en varias ocasiones disueltas por agentes de la autoridad.
A principios del pasado mes de abril, unos agentes del Departamento de Seguridad del Estado visitaron a unas 30 integrantes de las Damas de Blanco en sus casas de La Habana para notificarles una nueva normativa aplicable a sus marchas de los domingos, según la cual deben pedir autorización a la policía al menos 72 horas antes de cada marcha y éstas deben limitarse a cinco manzanas de La Habana y también en cuanto al número de simpatizantes que pueden participar en solidaridad con ellas. Ha sido la primera noticia que tienen sobre esa normativa, que los agentes no han notificado por escrito.
Ellas han rechazado la legitimidad de estas restricciones y se niegan a cumplirlas, ya que les parecen poco razonables y un intento de las autoridades de impedirles expresar sus opiniones y continuar con sus actividades pacíficas.
Con la aplicación de dicha normativa, cada vez resulta más difícil celebrar sus marchas de los domingos. Así ocurrió el pasdo domingo 25 de abril, cuando sólo seis de ellas pudieron pasar un control policial para llegar a la Iglesia de Santa Rita. Al emprender la marcha, después de la misa, se les acercaron dos policías y un agente del Departamento de Seguridad del Estado que les recordaron la nueva normativa y les dijeron que no tenían permiso para realizarla. Las Damas de Blanco ignoraron la advertencia y siguieron con su marcha. Poco después se vieron rodeadas de decenas de simpatizantes del gobierno que empezaron a intimidarlas gritándoles insultos y golpeando cacerolas y azadas. Las Damas de Blanco se vieron cercadas y estuvieron sin poder moverse durante casi ocho horas, hasta que la policía intervino y las llevó a casa.
En 2003, a lo largo de varios días, las autoridades cubanas detuvieron a 75 hombres y mujeres por expresar pacíficamente opiniones críticas con el gobierno. Estos 75 disidentes fueron sometidos a juicios sumarios y condenados a largas penas de hasta 28 años de prisión. Amnistía Internacional los declaró a todos presos de conciencia. Cincuenta y tres continúan en prisión.
Las Damas de Blanco organizan marchas pacíficas en las que reparten flores y piden la liberación de sus familiares y amigos. En 2005 recibieron el Premio Sajarov para la Libertad de Conciencia, que concede el Parlamento Europeo.
En marzo de 2010, las Damas de Blanco organizaron una marcha diaria durante una semana para conmemorar el séptimo aniversario de la detención de sus familiares. El 17 de marzo de 2010, la policía disolvió por la fuerza su marcha, y detuvo brevemente a varias mujeres. Algunas de ellas afirmaron haber sido golpeadas por los policías. Entre ellas se encontraba Reyna Tamayo, madre de Orlando Zapata Tamayo, preso de conciencia que murió el 22 de febrero de 2010, tras haber pasado varias semanas en huelga de hambre mientras estaba encarcelado.
En relación al debate sobre los presos de conciencia, el respeto a los derechos humanos en Cuba y la situación de los disidentes internos, cuya voz más popular es la bloguera Yoani Sánchez, os dejo aquí el enlace a la entrevista que le realizó Salim Lamrani para Rebelión y al artículo que escribió al respecto Ignacio Echevarría para El Cultural.
Creo que ambos no tienen desperdicio y pueden ayudar bastante a que cada uno se haga su propia visión de lo que está ocurriendo allí.