La danza de la lluvia

Esta semana he estado trabajando con dos sectores que han notado fuertemente la crisis que llevamos padeciendo tanto tiempo: un grupo de hosteleros de la provincia de Huesca y un grupo de alumnos estudiantes de Arquitectura.
Los primeros llevan varios años luchando por sobrevivir tras grandes caídas del turismo nacional y tras un profundo y necesario rediseño de sus operaciones, servicios... Los segundos andaban ansiosos tratando de saber que será de su carrera profesional el día que dejen la Escuela. Ambos, y casi todos nosotros, llevamos tiempo teniendo que poner toda la carne en el asador para seguir adelante en este mundo complejo que nos ha tocado vivir. Pero no queda otra: seguir luchando por hacer nuestro trabajo cada día un poco mejor, porque eso será lo único que nos permitirá salir de este agujero.
Les conté la historia que me contó hace unas semanas Jon Angulo:
Cuentan que los indios Navajos cuando hay sequía realizan una danza de la lluvia. Siempre que los indios Navajos bailan, llueve.
Siempre que los indios Navajos bailan, llueve, porque no paran de bailar hasta que llueve.