No me gusta demasiado hablar de temas internos porque considero que no son los más relevantes para la ciudadanía pero en este caso voy a hacer una excepción porque creo que sobrepasa los límites de lo interno y voy a dar mi punto de vista sobre la decisión que ha tomado Izquierda Unida sobre cuál va a ser el sentido de la votación de sus diputados en la Asamblea de Extremadura.
Los resultados de las elecciones del pasado 22 de mayo dejaron un parlamento con 32 escaños para el Partido Popular, 30 para el Partido Socialista y 3 para Izquierda Unida. Así que Izquierda Unida decidía qué hacer con la votación de sus diputados y en función de esta gobernaría el Partido Popular o el Partido Socialista. Según el Reglamente de la Asamblea IU no puede votarse a sí mismo si el candidato no ha sido presentado por la cuarta parte de diputados de la cámara. O sea votábamos al Partido Socialista de Extremadura o nos absteníamos.
El todavía presidente en funciones, señor Vara en un acto público en Zafra decía: “Dice Izquierda Unida ‘yo no pienso pactar con el PSOE’; primero, no va a ser necesario, y segundo… ¿y el PSOE tiene previsto pactar contigo?” También dejó entrever que no cedería ante IU por la refinería, que es uno de los 12 puntos con propuestas que sintetizan lo que Izquierda Unida proponía y que en la vorágine de estos últimos días se han quedado ocultos, siendo todos ellos de sentido común y regeneración democrática.
La Federación de Izquierda Unida en Extremadura decidió consultar a las bases(militantes y simpatizantes), creo que ha sido una decisión valiente y hacia lo que tendrían que tender los partidos políticos aunque, en mi opinión, tuviera que ser vinculante. Entiendo que en las Asambleas de base se ha transmitido que la decisión afectaría a Izquierda Unida en otras regiones del Estado y, a pesar de ello, valorando lo mejor para la gente de Extremadura, la posibilidad de llevar a cabo nuestro programa en mayor parte y teniendo en cuenta el alcance de la decisión, optaron por la abstención. Posteriormente, el Consejo Político Regional ratificó el sentido del voto de los diputados y salió que se abstuvieran. Muy seguros tienen que estar los compañeros y las compañeras de Extremadura para haber tomado esa decisión. La abstención permitirá que gobierne la Junta de Extremadura el Partido Popular como fuerza más votada y José Antonio Monago será el próximo presidente de la Junta.
Que no se ha hecho caso a lo que Cayo Lara ha estado diciendo durante toda la campaña: “que ni por activa ni por pasiva se iba dejar gobernar al Partido Popular”, creo que eso no es responsabilidad de la Federación extremeña, que decía que no iba a pactar con el PSOE. El conocimiento de la realidad de cada territorio la tiene quienes están en él, igual que a nivel municipal se han hecho excepciones a los pactos en algunas localidades. Estas excepciones se han hecho por parte de Izquierda Unida y del Partido Socialista, a pesar de que en los medios aparezcamos como traidores, también este partido ha permitido que gobiernen partidos de derecha, pero es algo que se asume de manera más natural. Hay que mantenerse fieles a un programa y a unas convicciones, no a unos intereses partidistas o mediáticos y hay que reconocer que el Partido Socialista, por lo menos las estructuras, no representa a la socialdemocracia, se ha dejado abrazar por el neoliberalismo y no hace políticas de izquierdas.
Esto resucita el fantasma de la pinza y además nos obliga a replantear las posibilidades de pactos durante el periodo electoral. A lo mejor hay que cambiar ese planteamiento de “ni por activa ni por pasiva” por el de se hará un referéndum donde se consultará a la militancia qué es lo que quieren que diputados y diputadas, concejales y concejalas voten. Decimos que somos una fuerza política diferente pero cuesta defender una democracia interna diferente a la que practican el resto de partidos. Sometidos a cantidad de presiones por parte de los diversos intereses que hay en política es más difícil tomar decisiones desde las estructuras de poder que desde la base. No hablábamos de lo mismo y lo mismo(Era solo campaña). Izquierda Unida no es un movimiento político subsidiario de ningún partido político, aspiramos a gobernar para llevar a término una política distinta a la que plantean los dos partidos mayoritarios. Izquierda Unida(Ezker Batua) en el País Vasco pudo gobernar con el PNV que es un partido derechas, en Asturias se puede ofrecer un acuerdo sin límites basado en el programa electoral a Foro Asturias, pero los compañeros de IU Extremadura no pueden abstenerse en la votación.
Que es un error la decisión tomada, puede serlo aunque también puede ser un error la contraria. Si nos equivocamos lo hacemos democráticamente, no creo que otros puedan decir lo mismo. Un error porque nos puede perjudicar electoralmente, no está tan claro, porque quita credibilidad a nuestro “líder”, entonces no estamos hablando de izquierda transformadora. Que lo más lógico hubiese sido que el Partido socialista gobernara en minoría y que IU controlara desde la oposición, esa es la opinión de muchos entre los que me encuentro pero no la de IU Extremadura. A mí me parece muy coherente la postura de Pedro Escobar, coordinador de IU en Extremadura, “no he podido convencer a los militantes de la opción que creía mejor, pero es la decisión que la gente ha querido”. También las bases pueden decir a los coordinadores que creen que se han equivocado, son coordinadores no porque haya que decir Amén a lo que digan sino porque coordinan las políticas.
El Comunicado de la Presidencia incide más en lo mismo, que se rectifique la posición tomada, cuando esta ha sido absolutamente democrática y hay poco margen para dar marcha atrás. También hay quienes proponen otra salida posible para esta maraña extremeña y es que se llegue a un acuerdo de investidura donde el partido que quiera gobernar se comprometa a cumplir los 12 puntos antes mencionados. Para finalizar, suceda lo que suceda, pediría lo mismo que pide Víctor Casco, uno de los diputados de IU Extremadura, un poco más de comprensión a las decisiones que se toman democráticamente, aunque no se compartan.