Revista Opinión

La decisión de Patricia

Publicado el 18 marzo 2022 por Manuelsegura @manuelsegura
La decisión de PatriciaFoto: Vicente Vicéns

A finales de enero de 2015, el PP celebró en Madrid una convención nacional en la que participaron dirigentes del partido en la Región de Murcia. Entre ellos, el entonces jefe del Ejecutivo autonómico, Alberto Garre, y el presidente del PP regional, Ramón Luis Valcárcel. Varios alcaldes y alcaldesas populares intervinieron también en aquel cónclave, que tuvo como lema Juntos por un gran país. De los siete que lo hicieron, solo dos mujeres permanecen en su puesto a día de hoy. Una es Visitación Martínez, alcaldesa de San Pedro del Pinatar; la otra, Patricia Fernández, primera edil de Archena, quien se plantea, esta vez seriamente, ser la alternativa a la actual dirección en la comunidad murciana que lidera Fernando López Miras desde marzo de 2018.

Calificada desde algunos medios nacionales como la Ayuso murciana, denominación que entiendo no le beneficia demasiado, María Patricia Fernández López (Archena, 1980), casada y con dos hijos, tiene en su haber desde 2011 tres mayorías absolutas consecutivas. Antes había sido concejala de esta formación desde 2003. Presidió las Nuevas Generaciones en su pueblo, si bien nunca aspiró a vivir en exclusiva de la política, como le ocurre a muchos cachorros surgidos de las juventudes de los partidos, por lo que se licenció en Odontología, profesión que ha venido compatibilizando con sus responsabilidades públicas. En la declaración de bienes que presentó en 2015, al ser elegida diputada en la Asamblea Regional, aseguró contar con régimen matrimonial de gananciales, percibir 40.000 euros anuales como alcaldesa, tener en propiedad un apartamento de 50 metros cuadrados en el término municipal de Cartagena, adquirido en 2008, y poseer un coche marca Peugeot 508 matriculado en 2014.

Ensalzada desde hace años por el expresidente Valcárcel, la alcaldesa de Archena parece estar decidida, con el cambio de aires en la dirección nacional del PP y la llegada de Núñez Feijóo a la cúpula, a plantarle cara a López Miras en un próximo congreso regional. A nadie se le ocultan los apoyos con los que cuenta. Se habla de la vieja guardia del partido, que nunca vio con buenos ojos a los que consideraban unos niñatos que desembarcaron en tiempos de Pedro Antonio Sánchez para pilotar la nave popular. A ello hay que añadir el hándicap de que López Miras aún no haya ganado unas elecciones en esta comunidad autónoma. Y la amenaza del sorpasso de Vox, esa formación que acecha, siempre agazapada, a que los populares sigan cometiendo errores de los que sacar tajada.

En vísperas del inicio de la defenestración de Pablo Casado y Teodoro García Egea como presidente y secretario general del PP, el diario El Mundo publicó un artículo contando la historia personal de la alcaldesa. “A la política llegó tras la bendición del cura de su pueblo”, se leía en el subtítulo del mismo. Por esas mismas fechas, Patricia Fernández anunció la aparición de una página web propia para dar a “conocer mejor mi vida profesional, personal y política. Así podremos estar más en contacto”, explicaba a sus seguidores. Sería casualidad, pero ambas circunstancias concurrieron a finales de enero, mientras la crisis del PP a nivel nacional se desató pocos días después, entrado febrero.

Dicho esto, conviene aclarar que la llegada de Patricia Fernández, aun siendo ciertamente la alternativa a Fernando López Miras, no implicaría una contrastada renovación de cara al futuro en lo que a la concepción del PP se refiere. Como discípula de Valcárcel, es probable que dirigiera el partido como el ex jefe del Ejecutivo lo hizo durante más de dos décadas, incorporando a la dirección a elementos leales a quien ganaba en las urnas, comicio tras comicio, con apabullantes mayorías.

De manera que su irrupción en la carrera electoral para desbancar a López Miras, no supone tanto un cambio de rumbo sustancial en la forma de dirigir la política del partido sino la manera de fulminar a quienes, desde la óptica de la veterana militancia, pueden acabar aniquilando lo que tanto costó edificar al PP en esta Región. Y para ello, se aprecian ya claros movimientos al respecto, como la intención de Valcárcel de concurrir al congreso extraordinario de Sevilla, en calidad de compromisario, cuando algunos creían verlo jubilado y en franca retirada. Y conviene además no perder de vista el papel a jugar por las Nuevas Generaciones, tan decisivas en 1993 para derrotar en un congreso regional a Juan Ramón Calero frente al propio Ramón Luis. De manera que la partida ha comenzado. Que cada uno vaya escogiendo sus cartas.

[eldiario.esMurcia 18-3-2022]


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