No sé yo porque me meto en semejante berenjenal...
Esto partió, porque todo parte, de un comentario a la pregunta que hice en la encuesta del post del 12 de Junio. En la pregunta les pedía que me hicieran alguna sugerencia sobre lo que podría tratar en el blog, o si había algo que echaran en falta... Y algún gamberro, que imagino yo quien es, escribió: "Sexo?... jajaja"
Así que mi primera reacción (aparte de reírme) fue pensar en la respuesta que le iba a dar: "pues si eso es lo que quieres, deja de leer mi blog, de hacer encuestas, apaga el ordenador y ponte a ello..."
Pero luego, dándole vueltas a la respuesta chorra, se me ocurrió la genial idea de que quizás sí podría ser interesante ver este nuevo enfoque en el campo de la decoración... Y además, ¡que ca...@#*^&%(o) el sexo vende!
Pero ahora ya no estoy tan segura de que sea tan genial. ¿Y ahora que pongo, qué digo? Estaba inspirada, tenía toda una parrafada al respecto, pero por no apuntarla en su momento ahora estoy un poco en blanco.
¡Ooooohhhhhmmmmmm! (haciendo meditación)
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No voy a hablar de lo que se puede hacer, o no hacer, dónde y cómo... Pues entonces sería sólo un texto de sexo. Los que pensaban eso se aburrirán (y ya se pueden ir marchando... nooooo, porfa, quédense). El enfoque es desde el punto de vista de la DECORACIÓN: aquello que motiva, incita, estimula, facilita el practicar sexo, y aquello que lo inhibe, que lo dificulta, que lo bloquea, desde el punto decorativo. Probablemente no llegue a nivel de ensayo, no tenga una base científica y seria, no esté respaldado por estudios, sino que se basará, simple y llanamente, en el sentido común. Muchas de las cosas que comente parecerán obvias. Pero por si acaso, las pondré, no se sabe, siempre hay alguien que, simplemente, no se le había ocurrido.
A mi mente viene, a raíz de esta sección, el capítulo de la magnífica serie Dr. en Alaska en el que Shelly, casada con Holling (gerente del Brick), se le ocurre redecorar el baño... Los resultados en el pobre Holling son desastrosos. Acude al Dr. porque lleva días sin poder ir al baño, desanimado, desganado, con su hombría (y líbido) por los suelos, tras un examen médico no se aprecia nada en los resultados, entonces con mucho tacto el Dr. le pregunta por el tema psicológico y personal, todo va bien, no hay problemas... pero es que Shelly a pintado el baño, y bueno, no le gusta mucho... y cómo es tan bueno no ha querido decirle nada a su mujer. Finalmente, cuando el Dr. Joel ve el baño, aconseja que cambie el color de las paredes por otro, porque efectivamente, eso era lo que había estado bloqueando a Holling. ¡El baño era rosa! y para este rudo hombre, ex - cazador, era demasié pa'l body.
Podéis ver, en este capítulo, un claro ejemplo de los efectos adversos que una mala decoración puede tener en quien la "sufre".
He pensado, para no enrollarme como una persiana (cosa que ya estoy haciendo), el dividirlo en capítulos. Por estancias. Así que tengo cuerda para rato... Semanas alternas, 2º y 4º Viernes de cada mes.
Y esto ha sido el por qué, el para qué y el sobre qué de esta NUEVA sección...
Feliz fin de semana, hasta el Sábado y ¡a disfrutar!
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