Revista Cultura y Ocio

La defensa pacífica de la sociedad civil

Publicado el 26 febrero 2011 por Peterpank @castguer

La defensa pacífica de la sociedad civil

¿ Por qué desconocemos en que se invierten los impuestos que aportamos al común a través de Hacienda?. ¿Por qué no participan los contribuyentes en esas decisiones? ¿ Por qué se paga con impuestos a los cuerpos de policía, guardia civil, ejercito y estos cuerpos pueden actuar en contra de los contribuyentes que en definitiva los sustentan?

¿Está legitimado el Gobierno, supuestamente elegido y supuestamente responsable ante los votantes a la vez contribuyentes, para dar órdenes de ataque contra ellos en caso de que ese gobierno decida que, según él, esos votantes contribuyentes se están manifestando en contra de su política? ¿Tiene la ciudadanía mecanismos suficientes para controlar a los políticos que, se dice, los representan? Me parece que no, es una intuición, no me hagáis caso, pero me parece que no.

Para las policías y ejércitos de hoy y gobiernos fascistas con piel de democracia, las protestas pacíficas son cosa del pasado. Los derechos civiles y humanos, las Constituciones son cosa del pasado aunque siguen recurriendo a ellas. Pero no se puede olvidar que muchas personas en el Mundo han muerto y luchado por esos derechos (no así en España donde no hay derechos políticos porque los españoles no han ganado nunca nada).

En cualquier manifestación pacífica los policías escupen a la cara con sus porras a cualquiera que se oponga a las órdenes recibidas.

Pero, ¿ la población seguirá pagando impuestos? ¿La población seguirá votando? La policía puede identificar, arrestar y contusionar a cualquier ciudadano, en cambio ellos no llevan numero identificativo alguno que permita identificarlos en una manifestación. Están legitimados y excusados por ley para agredir en grupo a una simple anciana y quedar como defensores de “la ley y el orden”. ¿Qué le queda a la ciudadanía para defenderse?. Una de dos, o somete a los usurpadores del poder pacíficamente no financiando sus fechorías, o se lanza a la calle a batirse el cobre. No hay más. La queja para las quejicas.

La próxima vez que decidan manifestarse pacíficamente habrán de ir armados hasta los dientes lo mismo que la policía a la que pagan, más que nada para salvaguardar el derecho a la igualdad. La próxima vez que se les ocurra salir a pedir en vez de a exigir, para defenderse de la canalla de uniforme al servicio de los ladrones legitimados, habrán de saber que su defensa pasa por hacer frente a esta germanía que los somete, con sus mismas armas si quieren salir indemnes. Esto es la guerra que, paradójicamente, financia la parte que recibe y a la que por ley se le impide agredir a la otra, ley que surge, se dice, por voluntad de esos mismos agredidos votantes y contribuyentes, trabajadores natos que crean riqueza cada día y que sin embargo deben miles de millones. ¿Quién puede creerse esto?.

La mejor defensa no violenta que puede ejercerse es la amenaza de no pago de impuestos y desde luego no jugar a elegir mediante voto a alguien a quien no puedes poner en la calle a la hora siguiente de exigirle responsabilidades por su gestión. Todo aquél que viva de los Presupuestos Generales del Estado se pensará muy mucho de parte de quién está. Si a esto añadimos la asociación solidaria de los ciudadanos haciendo frente común en defensa de todos y cada uno de ellos, ya veremos aquí quién es quién. Siempre nos quedará una revolución. Si la ciudadanía es el origen y motivo de todo estado, la ciudadanía no puede ser objeto de violencia por parte de ese estado a la que aquella da sentido y existencia. Si la esquizofrenia es el arma de los facinerosos, la razón y la decencia debe ser la de los ciudadanos. La ciudadanía no debe dejarse subyugar por cuatro déspotas amparados en la creencia de que una ley no surgida de la voluntad de la sociedad civil puede obligar a esa sociedad civil.

Hay que extirpar el condicionamiento del “poner la otra mejilla”. Si tienes un huerto y cada noche te roban, si quieres obtener el fruto de tu trabajo, deberás defender tu huerto apostándote de noche a la espera del ladrón.Si piensas que tienes algo que defender, deberás apostarte y esperar la llegada del ladrón para darle lo suyo y que se largue con viento fresco para que no vuelva más a robar en tu propiedad.

Esto es lo mismo, si tienes algo que defender y por lo que vivir, no dejes que ningún ladrón te lo quite matandote de por vida.

Un video estudio ejemplar del G-20 en Toronto

 


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