La delgada línea de la propiedad intelectual

Por Cebrina desde Chile

Dentro de poco estará la madre de las divas del pop en nuestro país, me refiero a Madonna, de gira con su nuevo álbum MDNA. Tras su lanzamiento estuvo como siempre en el ojo de los fans y los periodistas, en la madre patria (España) indican que la diva plagió la portada de su álbum de nuestro querido Sergio Lagos. ¿Recuerdan SOLO del 2007? Ambas fachadas son de rostro y tienen el mismo efecto, pero hay mínimas diferencias estéticas.

Otro caso es el de Muse, le reclaman $3,5 millones por plagio de Exogenesis, una ópera rock ideada por Charles Bolfrass en el 2005, en tres temas del álbum The Resistance. La más reciente y sobretodo mediática disputa por derechos de autor se dio entre Sebastián Eyzaguirre y el canal La Red, tras haber presentado un programa piloto de juego y conversación, programa que años anteriores fue presentado como Escrúpulos y por la animadora Tati Penna en otra emisora. Sebastián fue a cuánto programa se le invitó y en la redes sociales recibió apoyo y más rechazo.

Pero, ¿qué es un plagio?Es el uso total o parcial de una obra literaria, científica o artística. Por ejemplo: El uso de frases o partes de un documento en un trabajo universitario, sin dar las referencias de dónde se sacó la información o haciéndolas pasar como propias.

El plagio entre los estudiantes universitarios es común, generalmente pocos docentes lo detectan y si lo hacen no incurren a tomar las medidas pertinentes porque les da lástima el futuro de los alumnos tras la acusación.Debemos tomar en cuenta que en Chile esto está reglamentado por la Ley Nº17.336 de 1970, sobre Propiedad Intelectual, pero que hay delgadas líneas que pueden diferenciar una presentación de otra, aunque el tema y la conclusión sean idénticas (pero con sinónimos), no podemos hacer nada.En mi profunda opinión si te gusta lo que haces, no existe la necesidad del plagio y si llega a suceder, se deben tomar las acciones por los conductos regulares. No son necesarios mayores escándalos como el que se vivió con el periodista S. Eyzaguirre, tras el robo de nuestras reflexiones, está de cierto modo la expresión de envidia o admiración, nuestro pensar logró lo que esa mente no pudo desarrollar. Pero siempre debemos el respeto al autor con cada palabra, movimiento, técnica o acción que realiza en una creación, pues es la expresión del alma donde las pasiones se hacen presentes para crear (y recrear) nuestra visión del mundo interno y externo, con la sencillez y amor que cada uno merecemos.