
La endometriosis, el síndrome de ovario poliquístico y las irregularidades menstruales son comunes y se asocian con dolor y perturbaciones en la vida cotidiana. Suelen diagnosticarse tardíamente, y muchas mujeres experimentan molestias físicas y angustia mental durante años antes de recibir tratamiento.
Un nuevo estudio basado en registros de la Universidad del Sur de Dinamarca revela que la depresión es más frecuente entre las mujeres con una de las 24 afecciones ginecológicas más comunes y que los síntomas de salud mental a menudo aparecen mucho antes de que se realice un diagnóstico.
La investigacion se basa en datos sanitarios daneses de más de 2,2 millones de mujeres de entre 15 y 49 años, entre 2005 y 2018. De ellas, 265.891 mujeres, el 12% habían sido diagnosticadas con al menos uno de 24 trastornos reproductivos diferentes.
Los hallazgos del estudio, publicado en la revista Psychological Medicine , reveló que la depresión era un 44 % más frecuente entre las mujeres con un trastorno ginecológico, incluso antes del diagnóstico. Durante el año previo y el posterior al diagnóstico, el riesgo de depresión era entre un 15 % y un 109 % mayor, según la afección específica. La tendencia es evidente tanto entre las mujeres que recibieron un diagnóstico de depresión en un hospital como entre aquellas a quienes se les recetó medicación antidepresiva.
Las mayores diferencias en las tasas de depresión se observaron entre mujeres con afecciones dolorosas , como dolor menstrual y endometriosis. En estos casos, el riesgo de depresión fue casi el doble que en las mujeres sin estos diagnósticos.
El estudio no establece un vínculo causal, pero la clara sobrerrepresentación de la depresión entre las mujeres con afecciones ginecológicas apunta a la necesidad de cambios en la práctica clínica. Los investigadores abogan por un enfoque más integrado entre la atención somática y psiquiátrica, tanto durante la evaluación inicial como en el seguimiento. Esto aplica especialmente a la medicina general y la atención ginecológica. El estudio muestra claramente que la salud mental de las mujeres puede verse significativamente afectada por trastornos del sistema reproductivo.
