La actualidad de la salud siempre está acompañada de la ayuda de la ciencia médica para encontrar una solución y es a través de los descubrimientos de estas investigaciones que se logra encontrar las decisiones correctas y evitar las equivocadas en el largo plazo.
Recientemente, se ha descubierto que el sueño puede desempeñar un papel muy importante en los casos de depresión en adolescentes. En sus últimas investigaciones, el colegio de médicos y cirujanos de la Universidad de Columbia de Nueva York se ha encargado de ello.
La investigación incluyó las horas de sueño que los padres inculcan a sus hijos, la cantidad de horas que los niños duermen hasta la adolescencia y el patrón de su sueño. También están tratando de averiguar la diferencia entre el horario normal de dormir en comparación con la misma cantidad de horas pero en diferentes momentos de la noche.
Esto ha logrado demostrar que muchos adolescentes no tienen hábitos de sueño muy correctos y a pesar de que duermen durante más de 8 horas por día, el tiempo de ir a dormir es más tarde de lo que debería ser, y lo mismo sucede con las mañanas en las que el horario de levantarse también es tarde. Todo ello como consecuencia de la falta de sueño.
La depresión es un síntoma muy común, sin embargo, hay otros factores que se están estudiando para descubrir la diferencia real.
La investigación también logró demostrar que los niños cuyos padres les permitieron ir a dormir pasadas las 23 horas o más tarde, son mucho más propensos a la depresión y la ansiedad que los que se duermen en un horario más temprano.
Otros estudios actuales también han demostrado que el sueño es más profundo en las horas en que se duerme antes de la medianoche, y el sueño que se consigue luego de la medianoche logra ser tan profundo.
Ser capaz de permitir que sus hijos, niños y/o adolescentes, tengan buenos hábitos en el sueño puede ser una muy buena manera de evitar problemas como la depresión en los adolescentes y en personas de todas las edades en general. La falta de sueño puede causar la disminución en los niveles de energía y automáticamente el niño o adolescente se sentirá irritado.