Miles de personas participaron el domingo pasado en Barcelona en una manifestación en contra de la amnistía a los encausados del 'procés'. Convocada por Societat Civil Catalana (SCC), la marcha, contó con la presencia de los principales líderes de PP, Vox y Ciudadanos, llevando por lema “No en mi nombre. No en el meu nom: ni amnistía ni autodeterminación”. Sus asistentes portaban banderas de España, coreando consignas contra el ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y contra el jefe del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez.
Fueron unas 50.000 personas, según la Guardia Urbana, mientras que los organizadores elevaron la cifra a 300.000. Hace 6 años, en la gran manifestación convocada por SCC tras la celebración del referéndum ilegal del 1-O, el Ayuntamiento de Barcelona cifró en 350.000 los asistentes mientras que la organización calculó un millón de personas. La presidenta de Societat Civil Catalana, Elda Mata, afirmó que la movilización se convirtió en un “potente altavoz contra la amnistía y la autodeterminación”, alertó sobre la gravedad de llevar adelante una amnistía a los encausados del 'procés' y subrayó que la movilización no iba “de partidos, sino de derechos, de compromiso con la democracia, con la dignidad y con la consolidación de la libertad y la igualdad de todos los españoles”, defendido que España es y debe seguir siendo un “Estado social y de derecho”.
Gobierno y Generalitat criticaron la presencia de PP y Vox.El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, tildó la marcha de “fracaso de Feijóo, de Ayuso y de Abascal” y se mostró seguro de que “la amnistía va a salir adelante” y “Cataluña está enfocada para decidir su futuro en libertad, para autodeterminarse libremente”. El líder del PSC, Salvador Illa, lamentó el haber visto al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, de la mano del presidente de Vox, Santiago Abascal, “juntitos” para generar miedo y crispación diciendo que se rompe España. En nombre de los 'Comunes', la diputada Aina Vidal asegura que la manifestación es una expresión de la “debilidad en las urnas” de los partidos que participaron en ella.