El cuadro de MacKinsey muestra el gran y rápido crecimiento del crédito en España entre el 2000-08, hasta 150 puntos solo superado por el Reino Unido. Y partíamos de una década anterior 1990-00 en la que fuimos campeones junto con Corea del Sur y Alemania que desapalanca en la siguiente década.
Nos estamos cayendo desde hace años, no es de ahora, -aunque la velocidad de caída ha aumentado vertiginosamente- pero podemos disculpar que quizás antes fuera mas enrevesado darse cuenta y comprobar comportamientos que en situaciones críticas, se manifiestan descarnadamente condensando los males éticos que aquejan a la sociedad española, muchos de los cuales están detrás de la crisis que padecemos.
Aceptemos incluso que en la etapa anterior tuviera explicación responsabilizar a los socialistas de todos los males y listo, al fin y al cabo, en cuanto tomaran el poder volvería la confianza y todo resuelto. Todo al servicio de la toma del poder, absoluto en este caso, eso tapa todos los defectos. O eso creían millones de personas, lamentablemente, porque tapará todo pero no resolverá nada.
Nos vamos a dar un castañazo increíble, cuyas heridas durarán muchos años. Las cosas han empeorado, y mucho, no se ha arreglado nada y en todos los frentes abiertos han empeorado. Comunidades autónomas sobre las que ya se discute la posible intervención por parte del gobierno del PP –¿Castilla La Mancha, Valencia?- pasando por la quiebra de medio sistema financiero español que puede arrastrar al país entero, después de 4 años, tiempo suficiente para su estudio y preparación de una hoja de ruta creíble, consensuada para ser posible.
Una reforma financiera de hace pocas semanas con la que el Gobierno anunciaba la total solución a los problemas y que a las pocas semanas de prisa y corriendo se convierte en otra reforma de la que ya no se fian mercados, ni Bruselas, ni F.M.I. Reforma laboral que solo facilita el despido aumentando las cifras de paro. Recortes y tijeretazos por doquier que nos hunden en gran depresión que aleja conseguir cualquiera de los objetivos de déficit soñados por el gobierno, etc. Mejor no seguir y dejemos todo condensado en los altos gritos de la prima de riesgo y los CDS, ambos medidores del riesgo potencial de ser intervenidos plenamente.
En estas estamos mientras los políticos del PP se dedican a proteger a los suyos de cualquier barbaridad, y culpan a los otros de todos los males, ahora al Banco de España, SOLO Y PRINCIPALMENTE, culpable de una crisis financiera que ha arrasado con los sistemas bancarios madrileño y valenciano, entidades gobernadas desde hace mucho tiempo por el PP, en comunidades autónomas, gobernadas desde hace mucho tiempo por el PP, que utilizaron a sus personajes más representativos en los puestos de dirección política y económica. Los actos y decisiones de los últimos 10 años no han contribuido en nada a la situación. INVESTIGACION.
Al mismo tiempo que el alto representante de la institución judicial que acostumbra a bañarla en religión, es pillado en un abuso de poder pagándose con el dinero público vacaciones mediosemanales en una localización de millonarios. DIMISIÓN E INVESTIGACIÓN. Por cierto nos enteramos de que es normal en las altas instancias judiciales trabajar solo media semana -para mejor acumular casos, se entiende-. Es evidente que estos casos recientes son solo la punta del iceberg que arrastra, Gurtell, la burbuja inmobiliaria y de crédito, las tropelías efectuadas en las Cajas, en los suelos de ciudades y costas, la ocultación de pruebas y hechos de corrupción, de abuso, de salarios cobrados por nada, la defensa de ladrones y corruptos puestos como ejemplo positivo por líderes políticos, etc. etc.
Los protagonistas son de todos los colores y partidos, pero socialmente, la regeneración empezó en la izquierda, en donde millones de personas se movilizan y enfrentan a la situación, piden explicaciones a sus gobernantes, exigen dimisiones, retiran apoyos y denuncian a las personas que meten la mano en la caja o que abusan de situaciones de privilegio, electores que abandonan a sus antiguos representantes penalizando su comportamiento. Estas gentes de izquierdas exigen comportamientos éticos a quienes ostentan representación pública, consiguiendo apartar de la vida pública a muchos de ellos, gritan y exigen ética, en las redes sociales, en los medios de prensa, en las calles y trabajos… Pero, ¿y los millones de conservadores?