Dos males incurables que afectan la calidad de vida. Sin embargo, pueden controlarse. Entre sus factores de riesgo está la genética, pues son enfermedades hereditarias.
Dentro de las enfermedades dermatológicas, la dermatitis atópica (DA) y la psoriasis son dos capítulos distintos, aunque afectan en forma similar a quienes las sufren.
¿Qué es la dermatitis atópica y por qué ocurre?
Es una respuesta inflamatoria de la piel (dermatitis significa hinchazón y atópica se refiere a una tendencia a desarrollar condiciones alérgicas en la piel), inducida por una amplia gama de factores internos y externos, que actúan solos o combinados.
La piel de las personas con esta enfermedad suele presentar resequedad, comezón, vesículas, eritema, costras y escamas. La cara, la piel detrás de las rodillas, las manos, los pies y el área interior de los codos son las partes del cuerpo en las que más aparecen estos síntomas.
¿Quiénes se afectan más?
Es más común entre los bebés y los niños, pero cualquier persona puede tenerla. Ocho de cada diez afectados sufren las primeras manifestaciones de dermatitis antes de llegar a los seis años de vida. Se estima que el 10 por ciento de la población mundial tiene este mal.
¿Por qué ocurre?
No se conoce la causa exacta; es probable que sea originada tanto por factores genéticos (vienen de familia) como ambientales. Las personas con DA pueden desarrollar rinitis alérgica o asma. Algunos agentes irritantes y alergenos pueden agravarla, entre ellos perfumes, polvo, productos de limpieza, humo de cigarrillo, ciertos alimentos (pescado, huevos, leche, maní, soya, trigo), ácaros, polen y moho.
¿Tiene cura?
En buena parte de los casos dura toda la vida, pero se puede controlar.
¿Y la psoriasis?
Es un problema dermatológico crónico que compromete al 2 por ciento de la población mundial. Se presenta en fases o episodios agudos, que remiten (o mejoran) en forma espontánea. Aunque puede afectar a cualquier persona, es más común en adultos.
¿Por qué ocurre la psoriasis?
Las células cutáneas crecen en lo profundo de la piel y normalmente suben hasta la superficie aproximadamente una vez al mes. Cuando hay psoriasis este proceso ocurre con rapidez, lo que hace que las células muertas se acumulen en la piel, causando costras y endurecimientos.
¿Es hereditaria?
Se ha establecido que es un factor que predispone a tener la enfermedad. Los médicos piensan que, probablemente, ocurre cuando el sistema inmunológico del cuerpo confunde células sanas con sustancias peligrosas. Esta respuesta inmune produce hinchazón y el rápido reemplazo celular de la piel.
¿Por qué a veces es tan difícil tratar la psoriasis?
Porque las lesiones se pueden complicar a causa de infecciones generadas por la colonización de hongos (en zonas de pliegues) o bacterias.
¿Cuál es su tratamiento?
Depende de cada individuo, pues no todos los tratamientos funcionan igual para todas las personas. Consisten en cremas aplicadas directamente sobre la piel para reducir la inflamación, el reemplazo celular y la actividad del sistema inmunológico, también para ayudar a descamar la piel, a destapar los poros y a suavizar la piel.
Cómo se trata
El manejo de esta enfermedad se hace teniendo en cuenta la edad, los síntomas y la salud de la persona con DA. Cuando se trata de niños, es vital que los familiares se involucren.
Los médicos pueden ayudarles a desarrollar un régimen adecuado de cuidado de la piel del pequeño, evitar factores que puedan causar la aparición de brotes y tratar los síntomas cuando aparezcan.
Los familiares deben observar los cambios de la piel para identificar qué tratamientos tienen mejores resultados.
Los medicamentos que se usan incluyen cremas o pomadas para controlar la hinchazón y reducir las reacciones alérgicas, corticosteroides, antibióticos para tratar infecciones causadas por las bacterias, inmunosupresores y antihistamínicos. A veces todo esto se combina con fototerapia (terapia con luces especiales).
La vida con dermatitis atópica
A los cuatro meses de nacido, Pedro Luis Gómez Díaz, hoy de 11 años, mostró los primeros síntomas de dermatitis atópica.
Su mamá Vilma cuenta que lo habían hospitalizado por una infección urinaria, "cuando le dio un brote en la carita, que los médicos no supieron explicar", dice.
Ahí empezó la lucha de Pedrito y Vilma contra un mal que fue puro dolor hasta el año pasado, cuando por fin fue bien diagnosticado por una especialista y tratado adecuadamente.
Hasta ese momento, la batalla contra la dermatitis incluía cuatro crisis severas que terminaron en hospitalizaciones de semanas, en la incapacidad física del niño para jugar, para desempeñarse bien en el colegio, para socializar, para vivir:
"Estaba frustrado, desesperado... A veces ni comía. Hubo días en que estuvo tan mal, que yo pensé que se me iba a morir. Cuando dimos por fin con la especialista que era, le dije que ponía todo en sus manos, porque yo no podía más. Ella me dijo que con el tratamiento adecuado Pedrito iba a mejorar. No podía creerlo, pero así fue, por fin, después de 10 años de sufrimiento", cuenta Vilma.
A varios meses de haber empezado el tratamiento, Pedrito fue elegido para viajar a Francia, a la Estación Termal de Avene, para someterse por dos semanas a un tratamiento a base de las aguas de este manantial, que es famoso por los efectos benéficos que tiene sobre las pieles castigadas por dolencias como ésta.
Fue el único paciente de América Latina invitado a Avene. Vilma dice, por eso, que los milagros existen: "El tratamiento no es definitivo, porque esto no se cura, pero le ha ayudado a mejorar. Hoy está bien. Para mí Pedrito está sano".
*Asesoría: Campo E. Páez, dermatólogo. Fuentes: Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas de la Piel, (EE. UU,) especialistas de la Estación Termal de Avene (Francia).* www.eltiempo.com