No soy el más desconfiado del mundo, puede que en el planeta haya tres o cuatro personas que lo sean más que yo. Pero tengo mis razones, y no son banales.
- No me fío de los que no llevan gafas.
- No me fío de los que dicen que no les gusta el porno.
- No me fío de los que no revuelven el arroz, las salchichas y el huevo en el arroz a la cubana.
- No me fío de los que dicen que no votan porque no sirve para nada.
- No me fío de las mujeres que dicen que su vida no tiene sentido sin sus hijos y de los hombres que no rompen una relación para no quedarse solos.
- No me fío del rosa.
- No me fío de las personas que no se abrazan, se besan o se tocan de alguna manera.
- No me fío de los medios de comunicación ni de los periodistas.
- No me fío de las personas que dicen que no se tiran pedos.
- No me fío de las personas que no comen mucho. Pero mucho, mucho.
- No me fío de los perros que llevan ropa.
- No me fío de las personas a las que no les gustan los bichos.
- No me fío de las personas a las que le gustan los bichos.
- No me fío del amor que me prometes cada día.
- No me fío ni un pelo de mí.