La desesperación de Winston Churchill - 22/12/1940.

Camaradas,
El señor Winston Churchill se ha reunido hoy con el Ministro de Suministros para hablar acerca de los menguantes depósitos de metal de forja, vital para la producción de armamentos, con que cuenta Gran Bretaña. Según se ha hablado en la reunión, Gran Bretaña necesita 441.000 toneladas al año de dicho producto y en la actualidad sólo está produciendo 208.000 toneladas, de las cuales 7.000 toneladas las importa desde los Estados Unidos. Gran Bretaña necesita aumentar su producción interna y obtener más de los Estados Unidos.
Winston Churchill contempla de cerca la desolación.
Los problemas de abastecimiento se extienden también al armamento, existiendo una enorme discrepancia entre las armas y las municiones disponibles, sobre todo en el caso de rifles anti-tanques y morteros de 2 y 3 pulgadas.  De ese modo, los ingleses disponen de rifles antitanques suficientes para equipar 23.5 divisiones, pero sólo suficiente munición a razón de 32.000 proyectiles al mes para equipar a 5.5. Disponen de morteros de 2 pulgadas para equipar 33 divisiones a razón de 108 morteros por división, pero sólo suficiente munición a razón de 32.400 proyectiles al mes para equipar a 5.5 divisiones.  La peor de las situaciones se produce con los morteros de 3 pulgadas, de los cuales los ingleses disponen de suficientes para equipar a casi 40 divisiones a razón de 18 por división, pero sólo suficiente munición a razón de 14.000 proyectiles al mes para equipar a 1.5 divisiones.
Durante la misma reunión se ha discutido también el problema de la falta de alojamiento de todos aquellos civiles cuyas casas han resultado bombardeadas durante el Blitz. Churchill, como si no supiera todavía que cientos de miles de sus compatriotas duermen a la intemperie, sugiere que quizás el Gobierno deba habilitar alojamientos adecuados para los sin-techo.
Churchill llama a los ingleses a la resistencia... mientras él permanece seguro en su refugio antiaéreo de los sótanos del número 10 de Downing Street.
Se trasluce a través de estas reuniones de emergencia del Primer Ministro británico lo desesperado de la situación en el Reino Unido. Los reveses militares, el bloqueo marítimo y el bombardeo masivo de las ciudades inglesas componen un escenario de derrota total a la que ni siquiera el proverbial optimismo de Churchill puede sustraerse. Hasta los submarinos italianos, que por lo general se han distinguido por su mala fortuna, pueden hablar hoy de notables éxitos. Por un lado, el Mocenigo ha atacado en el Atlántico al convoy OG-47 y hundido al carguero sueco Mangen, mientras que en el Mediterráneo el destructor británico HMS Hyperion ha resultado hundido por los torpedos del submarino italiano Serpent.
El destructor HMS Hyperion durante su último viaje.
Por último, mientras se escriben estas líneas y según el manto de la noche se cierne sobre Inglaterra, las formaciones de bombarderos de la Luftwaffe se dirigen hacia la ciudad de Manchester, dispuestas a borrarla del mapa. Un nuevo río de sangre y lágrimas está a punto de volver a caer sobre Inglaterra.
Gott straffe Engelland!Bomben auf Engelland!