Cuando pensamos en el monte, todos tenemos una imagen idílica de Bamby y más concretamente asimilándolo principalmente al bosque adulto, como si el monte fuera sólo eso para el disfrute de nosotros.
Como si el que hubiera bosques o montes bien vegetados, con una buena estructura vegetal y ecológica sólo fuera importante para cuando salimos de senderismo, o para hacer fotos, o para sacra madera para muebles y leñas.
Pues nada más lejos de la realidad y esas razones por las que solemos querer el bosque son de las menos importantes dentro su valor e importancia de protección que nos dan.
Es más nos molestan los incendios básicamente por la imagen y no por todo el daño que acarrean, y dicho esto hay incendio necesarios y benéficos para el medio natural.
Recientemente hemos conocido los corrimientos de tierras, lodos y riadas que han causado cientos de muertos en Madeira, lo mismo que pasa año tras año e Tahití, este año además se verán agrandado los daños por el terremoto, y también y televisívamente en una población de Italia.
El monte en nuestras montañas es un ecosistema que no lo apreciamos en su conjunto salvo que cuando vemos que se ha roto el ecosistema y el equilibrio y la protección que nos daba a nosotros los humanos se ha roto.
A modo de breve importancia de tener un monte bien estructurado con buenos suelos y buena capa vegetal (no hace falta que sea sólo arbolado sino también un buen matorral, prados, ....
- se facilita la recarga de acuíferos, que luego nos beberemos.
- se evita la erosión, pérdida de suelos, corrimientos de tierras, escorrentías, daños a las vías de comunicación.
- permite reducir y corregir muchas inundaciones que sin vegetación al no frenar ni permitir la infiltración del agua ocasionarían graves inundaciones y daños a la agricultura y a las zonas urbanas.
- Es un fuente de oxígeno y a su vez captador de co2.
- sirve de modulador y corrector de lluvias y olas de calor.
- tiene un uso visual y recreativo muy alto comparado a zonas sin vegetación y con insolación total.
- es una fuente de materias primas de primero orden de maderas, roca y minerales, vegetales aromáticas y medicinales.
- fuente de riqueza cinegética, piscícola y recreativa,...
- son zonas de reserva de suelo para posteriores usos tanto agrícolas como de otro tipo.
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Es de desear que se vaya mirando desde la sociedad al medio rural y natural de manera menos simplista y menos egoísta, ya que muchas de los desmanes se ocasionan en poco tiempo y su restauración o es imposible o bien tarda decenas de años y muchos miles de euros que pagan todos y no el infractor, ni el especulador, si empezamos a pensar en el bien social, muchas políticas no se harían tan mal, y creo que ya es hora que se deje de premiar, y pensar en el interés particular de unos pocos poderosos y más en la sociedad como tal cuyo bien es no sólo mayor sino que es básico y de sentido común sino no hay sociedad que exista, y ya sabemos quien gana en la ley de la selva o del capitalismo salvaje.