La desinfección por ozono es un método cada vez más común y popularizado en todo el mundo. Sin embargo, aunque la mayoría de las personas conozcan perfectamente la existencia de este método, la mayoría de las personas dudan de su efectividad y se conoce muy poco sobre cómo funciona y sus usos. El ozono (O3) es una molécula cuya composición consiste en tres átomos de oxígeno. Este gas natural, que se puede encontrar en la atmósfera, tiene un gran poder oxidante y una eficacia y seguridad a la hora de desinfectar que lo convierten en el protagonista de la pandemia. Además, el ozono lleva décadas utilizándose en ámbitos sanitarios.
Limpieza Pulido, una empresa cuyos productos están homologados por el Ministerio de Salud y son conocidos por su efectividad, afirma que el ozono es un compuesto químico muy efectivo para eliminar patógenos. Según Limpieza Pulido, gracias al poder oxidante del ozono se elimina la superficie protectora que cubre al virus o cualquier bacteria, microorganismo u hongo de forma muy efectiva. Una vez que el ozono elimina la capa protectora del virus y lo desactiva, este compuesto químico se descompone en el ambiente de forma natural, sin dejar ningún rastro químico. Es por este motivo que el ozono es un producto de desinfección de lo más efectivo, pero, sobre todo, sostenible para el medio ambiente.
Principales ventajas del ozono frente a otras medidas de desinfección
El ozono, como se ha mencionado antes, es uno de los métodos más eficaces para desinfectar debido a su gran poder oxidante y su gran alcance. Este compuesto químico, al ser un gas, tiene un gran poder de alcance y puede llegar a todos los rincones. Otros productos desinfectantes como el alcohol o la lejía no tienen este poder. Otra gran ventaja del ozono es que no estropea las superficies que se deben desinfectar, como pueden hacer productos como la lejía, por ejemplo. Esto se consigue gracias a que el ozono tiene una baja concentración y un tiempo de uso muy corto.
En cuanto a la seguridad del ozono sobre la salud de las personas, cabe destacar que el ozono no es un compuesto químico perjudicial para la salud, también por sus bajas concentraciones y la poca exposición. No obstante, es aconsejable que, en el momento de utilizar el ozono para desinfectar, todo el personal abandone el área. Por lo tanto, en ambientes controlados, el ozono no tiene absolutamente ningún riesgo para la salud.