Cervera ha sido despensa en todos los tiempos, almacén de aprovisionamiento para la superpoblada Liébana y toda la vertiente oriental de 'Peñasagra" hasta el mar. De ello dan testimonio las 18 ventas existentes entre Potes y Cervera; las situadas en puntos de paso por las altas montañas: Aruz, Sierra de Alba, Puente Tebro ... De ahí que en Liébana se dijera siempre: "Suda, suda, cañavera, que mi padre fue a Cervera, a por pan, vino y cera. El pan y vino para nos, la cera para vos".
"Hay una lucidez deslumbrante, siniestra, sórdida en el dolor", -explica el filósofo Rafael Argullol en su lucha contra un dolor físico irresistible. Nosotros no luchamos ahora contra ese tipo de dolor, el de tantos como se nos descubren a lo largo y ancho de la vida. Es posible que nos neguemos a ver la realidad, la que habla de la inexorable agonía de nuestros pueblos. Esa fórmula de los políticos que nos doran la píldora, ocultan datos para bajar la inflación, quitan importancia a las declaraciones vergonzosas de un individuo en torno a la pensión de las mujeres...
Ha sido la misma fórmula que han utilizado los grupos que se disputan la montaña: sublimar proyectos y obras que no impiden la emigración. Nuestro dolor no tiene cura, por más dinero que se invierta en programas de desarrollo. A mí me lo advirtieron y me rebelé mucho, pero el tiempo hace justicia a la lucidez que demostraron quienes ya entonces se descubrieron en el dolor.