La destilería
Tengo todos los permisos y he inventado todos los cimientos. He visto dónde deben ir las ventanas y he imaginado cómo olerá por dentro.
Voy a instalar una destilería de clase, compostura, estilo y saber estar, que creo que hacen falta. A ver si así aprendo.
Voy a subir a los altares a personajes que juzgan porque ellos no tienen mácula, porque escriben y nunca tachan,
porque nunca tienen memoria.
Porque se lo perdonan todo aunque a ti no te dejen ni un lunar fuera de sitio.
Voy a fabricar alcoholes en los que embriagaré hasta las ramas del árbol,
los flecos del pendiente, los volantes del vestido.
Voy a premiar anualmente la duda, la cabeza agachada y la mirada baja,
para ver si así, como siempre decimos que preferimos lo contrario,
cambian las modas y alguien mira de frente.