Me surge una duda sobre lo que está pasando con Podemos. Y es una duda que conlleva discrepancias, por un lado creo que lo malo ha sido una campaña con un discurso equivocado, por otro la idiotez de culpar de todo a Íñigo Errejón, y también me pregunto porqué no se centra ya Podemos en definir una identidad política popular, abierta y democrática. Porque la única verdad es que el electorado potencial de Unidos Podemos no se ha movilizado o acaso se ha perdido, lo ha fagocitado el PSOE.
Y sea cual sea la conclusión a la que se quiera llegar tras el hundimiento al que parece abocado, lo que sí parece claro es que será difícil que todo esto se traduzca en una depuración de responsabilidades a corto plazo. De momento no se contempla más cese que el de Echenique y los pocos errejonistas que aún quedaban. El de Pablo Iglesias nunca, claro. Siendo el máximo responsable de una imagen antipática y poco atractiva que habría ahuyentado a muchos votantes. Está claro, la formación morada con Iglesias a la cabeza quiere evitar más reproches y volver a un clima de relativa tranquilidad, ¿pero es eso posible? Podemos no sabe lo que es vivir tranquilo. En cuanto a la necesidad de negociaciones para una investidura, es su tabla de salvación, aunque personalmente yo tengo mis dudas. Lo que pienso es que hay que calmarse. Que sea el PSOE quien traiga una propuesta.
Supongo que la estrategia, Iglesias ya la tiene definida y que pasa porque Podemos consiga esa coalición de Gobierno, encrucijada que parece muy complicada a día de hoy. A lo mejor lo más cuerdo sería volver al Congreso para hacer una oposición distinta a la que los socialistas hicieron frente al PP, y replantear el partido en ese período, para tomar una estructura más sólida y volver a ganar credibilidad. O para perderla. En cuanquier caso, un Vistalegre 3 no haría ningún mal.