Hoy leo en el diario Expansión las declaraciones de alguien cercano a Filmax, empresa dedicada a producción y distribución de películas, justificando la situación delicada por la que pasa la empresa, que ha presentado una petición judicial de pre-concurso de acreedores. Dice “El negocio va más lento que el vencimiento de la deuda”. Me ha parecido una frase muy clara de la situación por la que pasa la empresa. Lo mismo pueden decir muchas otras sociedades en medio de la crisis que estamos viviendo en España, y que está llevando a multitud de crisis financieras, y que está llevando a muchos inversores a dar por perdidos los capitales que invirtieron en sociedades diversas, sobre todo de negocios inmobiliarios.
Estamos en una época, como he dicho en muchos post anteriores, en la que la pinza fatal producida por el endeudamiento bancario excesivo y la caída de las cifras de negocio en todos los sectores, está conduciendo una tras otra a multitud de sociedades a que su valor sea inferior a la magnitud de su deuda. La consecuencia en obvia: accionistas que pierden sus empresas, porque no valen nada, y bancos que se deben quedar con ellas si quieren recuperar sus créditos.
La única esperanza que tienen los accionistas es que los bancos confíen en los propios accionistas para sacar adelante el negocio, y eso les de alguna opción a recuperar una parte de su inversión, al menos en un plazo de tiempo razonable (que siempre serán años, tal como van las cosas).