Tras décadas tratando de buscar una solución a nuestro sistema sanitario por fin me doy cuenta de lo vano de mi lucha. El sistema sanitario no está abocado a una solución, sino a una di-solución. Permitan que explique el juego de palabras.
El sistema sanitario público español (en sus 17 acepciones comunitarias) se distribuye en Hospitales y Atención Primaria. Los primeros han aguantado correctamente la crisis gozando de un presupuesto similar siendo la Atención Primaria y la Salud Pública la que ha sufrido más recortes presupuestario.
¿Esto qué significa?
Pues que el cimiento del sistema (que es precisamente la Atención Primaria) se está disolviendo como un azucarillo en el café. Cada vez queda menos azúcar en el terrón, cada vez sostendrá peor la parte que le toca.
- El gasto hospitalario apenas ha visto reducida su cuantía en los últimos años, suponiendo un 60% del gato total, frente al 16% concentrado en Atención Primaria + Salud Pública. La parte de gasto sanitario destinada al nivel hospitalario es la más alta de nuestro país desde que empezó la crisis.
- El déficit de financiación de la Atención Primaria y los servicios de Salud Pública amenazan con avocarlos a la insostenibilidad externa por inanición, ya sea hacia un desmontaje real o hacia un vaciamiento de sus funciones y su conversión en meros intermediarios entre el paciente y el hospital, con el empeoramiento de la salud de la población que esto traería consigo.
Esta cruda realidad no es privativa de nuestro país, en el Reino Unido también están sufriendo las mismas presiones disolutivas empujados por una corriente económicamente liberalizadora que trata de desmontar los viejos sistemas públicos europeos pero ellos siguen inviertiendo un 9.2% del PIB en Sanidad y nosotros vamos por el 6.2% y bajando...
#NHS is the second cheapest health system in the G7. Underfunded, not unsustainable. @MartinShovel pic.twitter.com/aK7Ra7nJHl
— Paul Trembath (@paul_trembath) May 9, 2014
Por mucho que sigamos pensando en la fórmula magistral que arregle este despropósito no avanzaremos nada. Se requieren medidas más creativas y estentóreas si queremos seguir subidos en el tren... porque al tren se le acaba la madera.