La diarrea en bebés es una complicación que se puede presentar en cualquier bebé y generalmente se suele deber a una infección gastrointestinal, aunque se puede deber a varios motivos.
Un bebé con una media de 2 y 7 deposiciones al día es normal, cuando toma la leche materna, y hasta 3 si se trata de otra leche. Los bebés tienen deposiciones no habituales, de varios tipos, por lo que en ocasiones puede ser complicado discernir cuándo se trata de diarrea, pero lo cierto es que lo que más se va a notar es en el comportamiento del bebé. Más deposiciones y más líquidas podría ser la señal, pero a veces no es tan sencillo, especialmente cuando aún no hay sólidos en la dieta.
Si aumenta de peso, si cambia su humor, si varía su apetito o las deposiciones es posible que se trate de diarrea, pero también se notará cómo el bebé llora sin lágrimas, orina poco, tiene poca saliva y un estado de ánimo más bajo. Viendo estos síntomas, está claro que hay que prevenir la deshidratación del bebé, lo que se puede ayudar con una solución de rehidratación oral, aunque en todo caso se debe consultar con el pediatra.
La diarrea también puede ser debida a enfermedades raras, antibióticos o un cambio en la dieta de la madre o el bebé.
La alimentación con leche materna ayuda a prevenir la diarrea, así que es la mejor forma de lactancia para el bebé, la solución de rehidratación oral puede ser importante para evitar la deshidratación del bebé.
Se recomienda guardar precauciones con las medidas de higiene, hervit correctamente la leche cuando se debe calentar leche, limpiar bien el chupete y bibterón, limpiarse ates del contacto con cualquier cosa del bebé, higienizar los recipientes y mejorar la seguridad en todos los aspectos.
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