Una palabra “Determinación”, esa es una palabra indispensable para que tu dieta de las tres semanas obtenga un efecto no efímero sino verdadero, que sea notable y perdurable. Probablemente la mayoría de la gente y si tú lo has intentado y aún no has visto resultados, es porque sencillamente te falta eso, o también, es que te exiges demasiado para tan poco tiempo. La dieta de las tres semanas consiste en encontrar un equilibrio estable y perfecto entre constancia, disciplina, buen descanso y una excelente alimentación.
No es fácil, y lo sabemos todos, pero tampoco te mentalices que es imposible, solo prepárate para una rotación de 180° dentro de tu dieta habitual.
El principal paso siempre será pensar que lo puedes lograr y estar positivo, porque de lo contrario a pesar de tener pequeños resultados preferirás tirar el puente que tanto te ha costado levantar. Una vez que nos convenzamos de que realmente lo queremos y somos capaces, es ahora de iniciar…
Lo primero que deberás realizar es tomar tu propio peso, esto será para tener una referencia de cuantas libras o kilogramos puedes rebajar en tres semanas, pero no te precipites ni obsesiones esto solo jugará contra ti por la ansiedad, trata de pesarte solamente una vez a la semana, y si eres fuerte y de voluntad de hierro, sólo pésate al empezar y finalizar el periodo.
Además, también puedes establecer un seguimiento alimenticio a través de descartar las comidas que sobran en tu dieta, se fuerte no importa que sean gozosos dulces, postres u otros antojos altos en lípidos y carbohidratos.
Entonces crea un plan de dieta de tres semanas donde consumas sólo alimentos de bajas calorías. Recuerda que no debe ser rígido (porque si no desertarás) ósea únicamente de comer ensaladas o sopas, varía tu menú mientras cumplas con: bajas sales, azúcares, frituras y harinas. Pues conseguir bastantes alimentos altos en proteínas y bajos en carbohidratos. Incluso, si eres vegetariano, pues conseguir una gran cantidad de vegetales y frutas que te darán energía suficiente para el siguiente paso.
Ahora que ya sabes lo que deberías consumir en ámbitos generales, y también que lo posible a descartar, enfoquemos a algo más característico. Evita el consumo de “graciosas” / grasas, estos son tu peor enemigo, también el consumo de pasteles y comida chatarra. El tema con la comida chatarra no es referido solamente a la carne, las salchichas, ni siquiera las papas, es el pan y las salsas que aderezan este tipo de alimentos. Aumenta también el consumo de ensaladas, puedes realizar meriendas con buenas combinaciones de pepinillos, zanahorias, tomates, entre otros. Siempre ten cuidado con las ensaladas de frutas, ya que éstas pueden llegar a tener altos contenidos de fructuosa que jugará un papel más perjudicial que benéfico.
Reduce las porciones, pero aumenta las comidas diarias. No es lo mismo comer tres veces al día en cantidad moderada, que hacerlo seis veces en pequeñas porciones. Al hacerlo de la segunda manera harás que tu metabolismo se acelere y empezarás a quemar grasas de una forma más rápida. Por último, si quieres potenciar de manera notoria esta dieta de tres semanas, recuerda complementarlo con una regular rutina de ejercicios.