Es muy común pensar que la dieta de un deportista profesional en general, o de otros que son más referentes en nuestra sociedad como los futbolistas, siguen unas medidas estrictas y alejadas de lo que se puede considerar una “dieta normal” para una persona de a pie.
La dieta de un futbolista profesional
Pero no es así, ni mucho menos. De hecho, cada vez es más común escuchar a nutricionistas profesionales afirmar que no, que el problema está más en la mala alimentación de la sociedad en general que en otra cosa.
Así por lo menos lo explicó Fernando García Oliveri en el ABC y así lo confirman muchos otros especialistas en nutrición, tanto fuera como dentro del mundo del deporte. Tal y como explicaba el nutricionista que consiguió aumentar el nivel de Messi en tan solo unos meses, la dieta ideal para un futbolista estaría formada por una base extraída de la dieta mediterránea (cereales, aceite de oliva, frutas, verduras y legumbres frescas, y carne y pescado), a lo que habra que sumarle evitar comidas procesadas como, por ejemplo, la pasta o las pizzas. Según Giuiliano Poser, los efectos en la dieta del astro argentino se comenzaron a notar a comienzos del 2015. El final, ya se sabe, tres títulos para el Barcelona y todos ellos gracias a actuaciones legendarias del 10 de Rosario.
El problema, por lo tanto, no está tanto en la creación de una dieta muy especial para futbolistas, sino que más bien radica en los malos hábitos que las sociedades occidentales han ido asumiendo durante este tiempo, muchas de ellas influenciadas por los hábitos norteamericanos (grandes cantidades de azúcares procesados en forma de bebidas o dulces, que conforman el mayor peligro para nuestros organismos). La clave, por lo tanto, fuera de encontrar dietas demasiado rimbombantes pero poco efectivas, está en volver un poco a las raíces y optar por dietas en el que las verduras, frutas, legumbres y aceites ocupen un espacio primordial. Luego, en caso de que sea necesario, siempre es posible añadir productos que puedan estimular ciertas características (complejos proteínicos o de vitaminas), pero siempre que tengan una base natural.
Es posible que uno de los países europeos que aun guarden una mejor dieta y que estén menos influenciados por la cultura norteamericana sea España. Y, aunque quizás no sea la parte más importante de este éxito, sí que es cierto que la Liga española ha sido la triunfadora principal en las últimas ediciones de competiciones europeas. Un dato que se hace aún más destacado, si se tiene en cuenta el gasto llevado a cabo por otras ligas como por ejemplo la inglesa o la alemana.
Y esto, aunque quizás tampoco lo afirme, desde luego no niega que la dieta mediterránea es un gran apoyo dietético para el rendimiento del futbolista. Ya se sabe: verduras, legumbres, frutas frescas, aceite de oliva y mucho pescado. Aunque, todo hay que decirlo, el talento no se puede comer.