Revista Espiritualidad

La difamación

Por Ktikaa @XKRedes

Hablar mal del prójimo es sin duda uno de los defectos más grandes que una persona puede tener. Esta actitud negativa, alimentada por la costumbre de entrometerse en la vida de los demás, es una de las más reprobables. En nuestra sociedad desgraciadamente se considera como algo natural el cotilleo, el hacer comentarios sobre lo que las demás personas hacen. Esta práctica es ciertamente incompatible con un camino de crecimiento personal, no digamos con un camino de LA DIFAMACIÓNespiritualidad. El respeto a la intimidad de cada cual, y a su libertad, es algo que brilla por su ausencia en nuestros pueblos y ciudades. Lo grave es que la mayoría de la gente lo ve como algo propio de la naturaleza humana, y por lo tanto algo inevitable con lo que todos hemos de convivir. Pero una cosa es un simple comentario sobre un hecho llamativo, y otra cosa es la crítica destructiva que sólo sirve para hacer daño. Hay mucho trabajo que hacer para educar a la gente y hacerle comprender que el vivir la propia vida dejando que cada cual viva la suya como quiera, es algo imprescindible para una sociedad positiva. Claro está que nos referimos a hechos o actitudes que no representan una amenaza o un daño para las demás personas. Lo que hay que aprender es a no juzgar y mucho menos condenar a los demás. Nadie está libre de pecado, nadie es perfecto, y el que lo sea, que tire la primera piedra. La mayoría de las veces los que más critican son los que menos autoridad moral tienen para hacerlo. 
Si quieres ser una persona positiva, deberás evitar por todos los medios hablar mal de los demás, alentar a los que difaman prestando atención a sus cotilleos, y aprender a no perder la serenidad por muy mal que hablen de ti. Cuídate de aquella persona, por muy amiga tuya que sea que suela hablarte mal de otra, pues de la misma manera que lo hace de ella, puede hacerlo en cualquier momento de ti. El que acostumbra despellejar al prójimo con su mala lengua, no hace distinciones y cualquiera puede ser víctima de su bajeza.Nadie tiene derecho a difamar a nadie, aunque lo que diga se base en un hecho cierto. Obviamente, la difamación es aún peor si se basa en la calumnia, y muchas veces así es. No consientas que nadie se acerque a ti para difamar al prójimo, no caigas en sus redes, no te dejes arrastrar por su negatividad. Evita escuchar las habladurías, porque éstas generan vibraciones muy negativas que pueden desarmonizarte y hacerte daño. Además, no olvides que los difamadores no son gente de fiar. Nunca, nunca te hagas eco de las habladurías, porque en tal caso tú también te harás acreedor a los perjuicios que esto produce. Por el contrario, escucha a los que hablan en forma positiva, y hazte eco de esas positividades. Cuando un difamador se acerque a ti, dile que no puedes atenderle, que tú vives tu propia vida, que bastante tienes con tu lucha particular, como para andarte metiendo en la de los demás. De esa manera conseguirás dos cosas muy importantes al mismo tiempo: darle una lección al maldiciente, y protegerte de su influencia negativa.Del ataque de los difamadores no se han librado ni los propios Grandes Maestros o místicos. Buda fue acusado de muchas cosas, tuvo que soportar horribles calumnias. Para sus enemigos, cualquier cosa era válida para desacreditarle y apartarle de su misión. El propio Jesucristo tuvo que sufrir la calumnia y el falso testimonio. Normalmente todo aquel que emprende algún camino espiritual, es más tarde o más temprano criticado. Recordemos el caso de la madre Teresa de Calcuta, que como sabemos dedicó su vida a los pobres enfermos a los que nadie atendía. Y aún así fue muy criticada por algunos, que la acusaban de protagonismo o de querer beneficiarse de alguna manera de su labor. Ella nunca se preocupó de defenderse o luchar contra esos difamadores. Decía que mientras ellos perdían el tiempo difamándola, ella hacía su trabajo. Ciertamente no merece la pena emplear ni un minuto en darle importancia a esas personas tan negativas. Si alguna vez eres difamado como consecuencia de tu labor espiritual, refúgiate en tu fe y en tu Amor y sigue adelante. Ya se cansarán de hablar mal. No te dejes influir en ningún momento por su negatividad, sigue adelante y perdónales porque no saben lo que están haciendo La persona positiva no hace críticas negativas, no juzga ni condena alegremente a sus semejantes. Nadie es quien para juzgar los errores ajenos. Hipócrita es el que mira la viga en el ojo ajeno sin quitar antes la que él mismo tiene en el suyo.

Gratitud a Kratu Yogananda por compartir estas "Enseñanzas para el Crecimiento Personal" extraídas de los Upanishads. Grupo Anamaya en Senda Iluminada Imágen usuario ZW6 en DeviantArt


‎"Toda actividad que cultive el amor en ti, simplemente hazla. Si tan solo un gesto tuyo puede traer alegría y comodidad y cultivar el amor en los demás, simplemente hazlo sin dudarlo un segundo."Sri Sri Ravi Shankar

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