La dimensión económica no lo es todo en un trabajo

Primero y para que no haya equívocos en lo que voy a escribir a continuación diré que prefiero ganar 100 euros por un trabajo realizado que 5 euros. Pero también diré que la dimensión económica desde luego no lo es todo ni siempre la más importante en cuanto al trabajo que uno realiza.
Y para ello me pondré a mi mismo de ejemplo.
El trabajo por el que más he cobrado en mi vida es uno que tenía allá por el año 2008 en el que era comercial para una cadena de apartamentos vacacionales de Marbella. Ganaba 100 euros por día trabajado. Sólo trabajaba los sábados y los domingos pero ello me permitía llegar a un sueldo a fin de mes muy aceptable para trabajar dos días a la semana. Ese ha sido el máximo que he ganado en mi vida en un trabajo: 100 euros por día trabajado.
Y he de decir que era un trabajo que no me gustaba demasiado, y eso que a parte de los 100 euros diarios tenía otros incentivos importantes como viajes gratis, hoteles gratis, comidas y cenas gratis. Ya que nos desplazabamos por distintos lugares de España a trabajar y nos pagaban todos los gastos de viajes, comidas, cenas, y alojamientos.
Pero aún así no era el trabajo de mi vida ni algo que me gustará en exceso, el tratar de vender apartamentos vacacionales. No duro mucho ese trabajo. Un par de meses o así. No me importó demasiado perderle. Y tampoco me producía una emoción desmedida ganar 100 euros por día trabajado.
Y sin embargo cuando vendo un disco con mis canciones, que los vendo a 2 euros, con lo que entre gastos de cds, portada y contraportada, fundas y demás, saco limpio un euro como mucho, pues ese euro de un disco vendido me llena mucho más y me hace mucha más ilusión que aquellos 100 euros diarios por un trabajo que no me entusiasmaba en absoluto.
La misma sensación de alegría he sentido cuando alguna publicación me ha pagado un dinero por publicar algunos de los artículos que escribo. Y ese dinero por artículo jamás ha superado los 5 euros, pero a mí me han hecho muy feliz. Cosa que no está reñida con que me parezca algo paupérrimo y piense que se debería pagar mucho más por un artículo. Pero estamos hablando de emociones. Y a mí me ha hecho mucha ilusión cuando me han pagado por ejercer alguna de mis pasiones como son la música y la escritura. Por eso digo que la dimensión económica obviamente es muy importante porque hay que comer y pagar cosas, pero no es la única motivación que debe existir cuando de trabajo hablamos, más que nada porque si no serás bastante infeliz.