La Diosa Lluvia Arrasa En Mallorca

Nunca llueve al gusto de todos. En Mallorca han sido inundados por las lluvias tormentosas hasta una situación catastrófica en la que no faltan los muertos. Diez personas perdieron la vida y todavía hay un niño de cinco años desaparecido. Algunos dirán que es la mala suerte, otros que es el cambio climático y no faltarán los que vean en nuestros pecados un castigo divino. Los únicos pecados que hubo en Mallorca fue un urbanismo al gusto del capitalismo y no al gusto de la Naturaleza. Por ejemplo, la canalización del torrente Ses Planes en un cajón de hormigón a finales de la década de los ochenta no hizo sino acelerar la corriente que bajaba de las montañas y que encontraba a su paso coches aparcados.

Yo diría que agua, fuego y viento son los amos del mundo. El hombre (entiéndase la mujer también) lucha contra la dureza de la existencia con inventos: mejores casas, coches, paraguas, ropa de abrigo. Empezamos a creernos vencedores. ¡Qué equivocados estamos! Basta una tormenta desatando la Dios Lluvia para dejarnos como a Adán y Eva: sin nuestro paraíso. Toca volver a luchar.

En Mallorca los políticos locales piden al Gobierno Central la declaración de zona catastrófica. El dinero es una ayuda. Pero el vil metal no resucitará a los muertos. La Diosa Lluvia ha llevado una decena de vidas humanas. Razón tenían los griegos y los romanos al rezarles a las fuerzas de la naturaleza que ellos endiosaban en sus templos. Hoy ni les rezamos ni respetamos el planeta Tierra. Así nos va.

El Planeta Tierra responde con la misma falta de respeto por la Humanidad. Nos castiga con lluvias desatadas y otras respuestas contundentes ante contaminaciones, urbanismos no respetuosos y demás. Tomemos nota. O no la tomemos. De vez en cuando el cambio climático hará de las suyas.