Además de las marginaciones que se airean al viento por los cuatro costados, está en la actualidad la marginación de aquellos con críticas radicales, por servirnos de un ejemplo, la izquierda marxista y la derecha teológica.
agosto 2020
La exclusión intelectual y la segregación han sido horribles para E.U., envenenando tanto a la derecha como a la izquierda. Para muchos de la derecha, el propósito de meditar cambió. La radio hablada de derecha es la reiteración inacabable de mantras familiares para sosegar a los oyentes y afirmarles que todos están en exactamente el mismo equipo.
La segregación intelectual asimismo ha sido mala para la izquierda. Ahora se espera que los escritores escriban como representantes de un conjunto, para aseverar la autoestima del mismo. En cierta manera, la izquierda se ha vuelto todavía más conformista que la derecha.
La liberal Nueva República tiene menos diversidad de puntos de vista que la conservadora National Review, una inversión de los patrones históricos. Christopher Hitchens fue uno de los grandes ensayistas en E.U.. Ahora los límites de la exclusión cambian de nuevo.
Lo que equivocadamente llamamos «cancelar cultura» es un intento de mudar los límites de lo digno a fin de que excluya no solo a los conservadores sino también a los liberales y los heterodoxos. La mayor parte de los progresistas fanáticos afirman que se sienten libres de compartir sus puntos de vista políticos, mas la mayor parte de los liberales, moderados y conservadores temen hacerlo.
Por suerte, hay una creciente rebelión contra el pensamiento grupal y la exclusión. Una encuesta halló que el cuarenta y nueve por ciento de los estadounidenses afirman que la cultura de cancelación tiene un impacto negativo en la sociedad y sólo veintisiete afirman que tiene un impacto positivo.
Este mes, Yascha Mounk empezó Persuasion, una comunidad on-line para festejar la diversidad de puntos de vista y ya cuenta con millones de suscriptores. Esto hace que su empresa sea financieramente viable al momento.
Otros escritores heterodoxos ya están en Substack. Matt Taibbi y Judd Legum son escritores incoformistas de izquierda con grandes bases de suscriptores.
Hayes, geniales escritores mas demasiado críticos de Trump para la derecha ortodoxa.
Conforme los informes, The Dispatch gana muchos dólares americanos, unos dos millones por año en Substack. Lo primero bueno de Substack es que no hay cancelación. Los escritores online no deben perseguir clicks escribiendo sobre lo que Trump tuiteó hace quince segundos.
Posiblemente los escritores se reúnan, con escritores establecidos que fomenten los prometedores. Posiblemente aquellos de nosotros en los grandes puntos de venta primordiales sobrantes se enmarañen en conversaciones que sean más libres y reflexivas.
Eminentemente muchos esperamos que la larga historia de exclusión intelectual y segregación parezca vergonzosa. Va a parecer vergonzoso si estás en una universidad y solo el quince por ciento de los miembros son conservadores.
Origen: Opinion | The Future of Nonconformity
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