Revista Homo

La disidencia sexual a las urnas. El odio al clóset.

Por Arturolodetti @latitudgay

La disidencia sexual a las urnas. El odio al clóset.

Por: Ig psicologocano

La disidencia sexual a las urnas. El odio al clóset.


La realidad de la diversidad sexual o comunidad lgtbi ha sido compleja y dolorosa estos últimos meses del 2020, no se puede desconocer de esta lamentable situación el clima político imperante ha salido con una derecha anclada en pasado y en complicidad del Estado. Los odios han tomado más fuerza y han logrado la unión para ir en la búsqueda de quienes amamos diferente. Símbolos nazis y la destrucción de símbolos representantes de la diversidad sexual y estallido social han sido destruidos por resentimientos y
odio. Las organizaciones clásicas o de mayor representación en los derechos de esta minoría han perdido la primera línea que lucharon poniendo cuerpo y alma, frente a una sociedad transversal que aún ve en la diferencia un foco de amenaza. Años atrás, se dejaron atrapar por la política y no lo político. Cerraron las puertas a posibles renovaciones y cambios que les permitirían sincronizar con el dolor humano de aquellos que se ven marginados y olvidados de todo privilegio, más bien naturalizado la existencia de sujetos sin derechos pero con las mismas obligaciones. Primero el azote de la pandemia, la cual debido a una inexistente política, no abordó adecuadamente las necesidades de la población lgtb y sobre todo la de los hombres gay viviendo con VIH y que aún enfrentan la pandemia del “cáncer Rosa” Entrega de medicamentos parcelados, los cuales fueron denunciados en el programa radial Siempre viva en Vivo, conducido por el periodista y activista Víctor Hugo Robles, el cual no solo utilizó el único espacio de su autoría que aborda cada domingo la prevención del VIH. El mismo grupo de activistas movilizaron acciones legales, levantaron prensa y confrontaron la política del gobierno de turno por el olvido no casual. Hoy la situación política, polarizada los ha regresado a las primeras cifras de vulnerabilidad, el odio y las manifestaciones de este sentir cada día se van haciendo presentes. Marchas por el rechazo con banderas nazis no solo intimidan sino también logran cumplir el ataque. Septiembre fue un mes complejo, marcado por asesinados, golpes, expulsiones solo amar distinto al modelo patriarcal. El miedo a la diferencia, va creciendo entre prejuicios y mitos que dan cuenta del lento avance social que tenemos en esta materia. En una sociedad en donde el pilar es la violencia, la población más vulnerable termina siendo la más vulnerada, hombres, niños, mujeres, pueblos originarios nos vemos en constantes peligro.

La disidencia sexual a las urnas. El odio al clóset.

La tómbola de cargos políticos entretiene a las organizaciones, lo cual abre las puertas a la impunidad. Hoy en día las acciones contra la violencia de odio se han limitado al infantil “meme” colgado de una red social, acciones concretas nada, compromisos y voluntades políticas se esconden entre cuatro paredes. La pandemia en un par de años será superada y volverá aparecer la pandemia del VIH/SIDA se mantiene en la invisibilidad y la discriminación, sin estar en ninguna agenda política, una pandemia que son sigue azotando por más de treinta años y con una respuesta débil. La salud no está en la constitución como la requerimos. La educación sexual no está como se necesita Las leyes contra el odio y la discriminación son gestos simbólicos que no los detiene. Durante los egos políticos y la necesidad de figurar arrogándose la representación lgtbi. A Continuación una breve relato que recibimos cada día. “Me echaron de casa, alguien me puede recibir. Pasa un rato y el mismo chico escribe; me voy a quedar en la casa de un amigo. Lo echaron de su casa por ser gay, lo echaron en madrugada, sin ropa y sin dinero, solo por ser gay. Lo echaron de su casa a la calle por ser gay, sabiendo que la calle sin una puta cerca no es buena para nosotros, no es amigable. La noche nos esconde de la crítica del día, sin embargo el odio continúa. Los gais echados se refugian en parques, para que sus cuerpos se confundan entre los árboles y posiblemente encuentren a otro que se esconde de las miradas. Se refugian en afectos marcados de la vida. No importa que bandera levantemos, para nosotros machismo y feminismo han cambiado, nuevos hombres otras mujeres, y con el mismo margen de segregación. Derecha e izquierda nos persigue, arrojan su juicio, prejuicio sobre vida que aún no han comenzado a respirar. Me robé la foto y la historia como la vida ha robado los cuerpos diferentes. El derecho solo va a servir para nombrar la muerte y no para la inclusión. Somos realistas, sabemos que leyes sin educación se transforman en “parches de una constitución que desde el primer artículo no nos reconoce como sujetos e ignora nuestros derechos No queremos una inclusión por cuotas, no podemos seguir mendigando aire cuando sabemos que alcanza para todos. No queremos calles, museos, bibliotecas que lleven nuestros nombres, solo queremos pasar la calle, ir al museo o leer en una biblioteca. Desperté al sonido de ese grupo y me quedé pensando estas palabras que ahora escribo y ustedes leen. Están leyendo mientras el chico trata de no pasar por el peligro de la calle, esquiva grupos, evita perros y policía, camina en toque de queda para ver si un taxi puede pasar, no detiene el caminar, salió con lo puesto y el frío no discrimina, a la noche no le importa la edad. El viento interrumpe el sonido del hambre. Fue echado de casa y salió al afecto de un amigo, aún no anuncia que llego. Espero puedas leer esto y no enterarte mañana que perdiste a un hijo, un amigo, un sobrino, posiblemente al mejor novio de tu hijo que te costó aceptar y siempre supiste que seria distinto. Espero poder contarles que el chico llegó, es el único grupo wsp que tengo con sonido. No sabemos cuándo ataca el odio y la discriminación. Hoy la demanda no están en una reunión de gentiles, no se esconde en reuniones virtuales. Las demandas están en la calle, ese es el escenario de nuestra violencia. Por un Chile justo, equitativo y que avance en dignidad, te invito a condenar toda acción de odio hacia las diferentes sexuales. El respeto a la diferencia será tu respeto. Votar apruebo será tu acción y marcar convención constituyente nos hará partícipes de una constitución implicada con el pueblo.

La disidencia sexual a las urnas. El odio al clóset.

Octubre 2020

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