Revista Salud y Bienestar

La disincronía impide a los niños diferenciar los sonidos

Por Fat
La disincronía impide a los niños diferenciar los sonidos
La neuropatía auditiva o disincronía produce una incapacidad para entender el lenguaje y los sonidos complejos aunque la pérdida de audición no sea importante. “Dentro de las que se producen durante la infancia, es bastante frecuente”, según ha confirmado el profesor Torcuato Labella, catedrático de Otorrinolaringología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago de Compostela, quien ha intervenido en la última sesión del Aula Montpellier, celebrada en Zaragoza.
Según Labella, “los pacientes con esta neuropatía auditiva oyen bastante bien; sin embargo, tienen una dificultad tremenda para la discriminación de las palabras”. Aunque puede darse en personas adultas, esta patología “afecta fundamentalmente a los recién nacidos”, lo que hace que el problema pase “desapercibido” hasta que el paciente se muestra incapaz de aprender a hablar.
Las causas de esta enfermedad son diversas. “Puede deberse a factores genéticos, estar asociada a determinados síndromes neurológicos o ser consecuencia de una prematuridad o una hiperbilirrubinemia”, expone Labella, al tiempo que detalla cómo el número de casos de todos los tipos de sordera que sufren los recién nacidos ha disminuido en las últimas décadas, de los 5 por cada mil recién nacidos en 1987 a los 0,66 por mil hoy en día.
Según explica el catedrático, la mayor parte de los casos de neuropatía auditiva se debe a una afección de las células ciliadas internas, uno de los dos tipos de células sensoriales del oído. “Mientras que las células ciliadas externas son capaces de percibir sonidos de baja intensidad, no hacen una buena discriminación de su tonalidad. Al contrario, las internas discriminan muy bien el tono de los sonidos, aunque para percibirlos precisan de una mayor intensidad”.
-Diagnóstico y tratamiento
Labella comenta que la mayoría de las sorderas del oído interno comienzan afectando las células ciliadas externas, lo que “provoca una pérdida de audición, aunque el sujeto discrimine los sonidos sin dificultad”. Los especialistas recomiendan realizar el diagnóstico de estas patologías durante el primer año de vida, realizando un screening neonatal. Si éste es negativo, se realiza un estudio audiológico completo con pruebas específicas para detectar neuropatías auditivas y otro tipo de sorderas.
En opinión de este experto, el mejor tratamiento de estas enfermedades es el implante coclear antes de los dos años. “Cuando se cumple esta edad comienza a perderse la plasticidad neuronal auditiva. Por tanto, la sordera debe paliarse antes por medio de prótesis o con un implante coclear, según el caso. Si no, se complica el aprendizaje del lenguaje hablado, y a partir de los 6 años es prácticamente imposible aprenderlo con normalidad”. Solo en los casos de sordera por meningitis el doctor recomienda realizar el implante coclear antes del año, “para evitar que el espacio donde se coloca el implante se osifique”, apuntó.
**publicado en "Médicos y pacientes"

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