Pieza de artillería alemana de 210 mm abre fuego en la noche.
Camaradas,
En Borodino, los regimientos de la División SS Reich y la Brigada Hauenschild de la 10ª División Panzer han tenido su primer enfrentamiento con los siberianos – soldados altos y fornidos embutidos en largos abrigos, con gorros de piel sobre sus cabezas y botas altas de piel. Los siberianos están generosamente equipados con cañones antiaéreos y antitanque, y todavía más con el peligroso cañón multipropósito de 76,2 mm apodado “Crash Boom” por los alemanes. Los siberianos combaten impasibles. Nunca cunde el pánico entre ellos. No ceden y resisten. Matan y mueren. Con ellos, la batalla es terrorífica.
Soldado siberiano dispara su PPSh-41.
La batalla de la Línea Mozhaisk en Borodino ha atronado entre el 15 y el 17 de octubre. La 32ª División Siberiana y la 20ª Brigada de Tanques Soviética han estado combatiendo obstinadamente en torno a Borodino y Artemki, lanzando repetidos contraataques. Los rusos han empleado también sus lanzacohetes múltiples Katyusha, conocidos entre las fuerzas alemanas como “órganos de Stalin”, que siembran el caos con sus proyectiles de alta fragmentación. En Borodino también los T-34 han sido empleados en grandes formaciones. Dado que los cañones antiaéreos de 88 mm no siempre estaban disponibles, la infantería alemana ha tenido que lidiar con los T-34 a base de cargas explosivas. Más de una vez el resultado de la batalla ha pendido de un hilo. Las bajas en las filas de la División SS Reich han sido tan alarmantes que su 3º Regimiento de Infantería ha tenido que ser disuelto y los supervivientes repartidos entre los regimientos Deutschland y Der Führer.
Destacamento de ingenieros asalta un búnker hostil.
Toda la artillería disponible en el sector del Grupo Panzer ha sido concentrado bajo el mando del comandante de artillería de la 128ª División, el Coronel Weidling, con instrucciones de abrir un agujero a través de las defensas soviéticas para los granaderos de las Waffen SS, que han atacado con un valor rayano en la temeridad, desafiando a la muerte a cada segundo. Primero, han tenido que llevar a primera línea las baterías de lanzallamas con sus dispositivos de disparo eléctricos a control remoto. Después vienen los campos de minas. A continuación los alambres de espino. Más tarde las casamatas. Expertos destacamentos de asalto han corrido bajo el nutrido fuego defensivo proveniente de baterías antiaéreas, antitanque y morteros y han repelido los contraataques de los tanques rusos en combates a corta distancia. Se ha desatado el mismo infierno. Por encima de sus cabezas rugen los bombarderos soviéticos. Los cazas alemanes del VIII Fliegerkorps entran y salen de las hinchadas nubes de humo.
Los hospitales de campaña bullen de actividad. El Teniente General Hausser, comandante de la División SS Reich, cayó herido hace cuatro días. Hilera tras hilera de heridos reposan sobre el suelo – los tanquistas con sus uniformes negros, los granaderos en sus raídas túnicas de campaña, los hombres de las Waffen SS con sus uniformes de camuflaje moteados. Muertos, heridos graves, quemados, o apaleados. El fragor de la batalla ha sacado de quicio a las tropas – en ambos lados. No se ha dado cuartel.
Soldados de las Waffen SS manejan una ametralladora ligera MG34.
Por fin, una brecha se ha abierto a través de las posiciones siberianas. Los dos regimientos de infantería de la División SS Reich, el Deutschland y Der Führer, han pasado a través de ella. No hay tiempo para disparar los cañones. Emplean palas y culatas de rifle a modo de armas. Las baterías siberianas son sorprendidas por detrás. Sus dotaciones, detrás de los parapetos de los cañones antiaéreos, antitanque y ametralladoras, resisten con tenacidad y son vencidos en combates cuerpo a cuerpo. Los regimientos de infantería de la 10ª División Panzer se ven inmersas en el mismo tipo de lucha. Combaten en los mismos campos de batalla donde Napoleón lo había hecho 130 años antes; asaltan el histórico escarpado de Semenovskoye. Los siberianos resisten en vano.
El asalto alemán en Borodino.
La 32ª División de Fusileros Siberiana muere en las colinas de Borodino. El gran cinturón defensivo de la primera línea de defensa sobre la autopista a Moscú ha sido reventado. La 10ª División Panzer y la División SS Reich avanzan ahora a través de campos cubiertos de nieve hacia el Río Moskva. Hoy, los soldados de las Waffen SS han capturado la propia Mozhaisk. El batallón motociclista SS de la división ha reconocido la autopista Minsk-Moscú más allá de Mozhaisk y ha encontrado escasa resistencia organizada. ¡La ruta a Moscú está abierta!
La batalla que ha tenido lugar en Borodino ha sido tan sólo una parte de la lucha por la Línea Mozhaisk y ciertamente no ha sido la victoria defensiva que ha sugerido la propaganda soviética, según la cual los alemanes han sufrido 10.000 bajas y perdido 100 Panzer en los enfrentamientos, aunque tampoco han sido escasas. Durante el periodo transcurrido entre el 9 de octubre y hoy, el XL Cuerpo Panzer ha tenido que lamentar 2.044 bajas, incluidos 446 muertos; la División SS Reich ha padecido 1.242 bajas (270 muertos) mientras que la 10ª División Panzer ha sufrido 776 bajas (167 muertos). Por su parte, la 32ª División Siberiana y la 20ª Brigada de Tanques han perdido alrededor del 60 por ciento de sus efectivos, incapacitando así a la mejor parte del 5º Ejército Soviético, que tan sólo dispone de cinco menguadas divisiones de fusileros y unos 20 tanques para bloquear la principal autopista hacia la capital rusa.
Soldados de las Waffen SS pasan junto a unos prisioneros rusos.
Al sur de Mozhaisk, el 43º Ejército Soviético ha sido incapaz de establecer una defensa eficaz alrededor de Maloyaroslavets y el LVII Cuerpo Panzer (19ª y 20ª Divisiones Panzer, 3ª División Motorizada) ha capturado hoy Maloyaroslavets y Borovsk.
Zhukov ha conseguido retrasar un avance directo sobre Moscú, pero la Línea Mozhaisk ha sido desbaratada por completo y el Grupo de Ejércitos Centro tiene a cinco divisiones Panzer a menos de 100 kilómetros de Moscú. ¡La victoria está en nuestra mano!
Nach Moskau!
Mit unser Fahnen ist der Sieg!