NUEVA YORK (AP) – El presidente Donald Trump señaló en su declaración financiera el miércoles que “reembolsó completamente” al abogado personal Michael Cohen hasta $ 250,000 por “gastos” no especificados, sin mencionar un pago de $ 130,000 a la actriz porno Stormy Daniels para callarse sobre un encuentro sexual que ella dijo que tenían.
El jefe de la oficina de ética de la nación cuestionó por qué Trump no incluyó esto en la revelación de su año anterior y transmitió sus preocupaciones a los fiscales federales.
“Le proporciono ambos informes porque puede encontrar que la divulgación es relevante para cualquier consulta que pueda estar llevando a cabo”, David Apol, director en funciones de la Oficina de Ética Gubernamental, le escribió al Diputado Procurador General Rod Rosenstein.
Apol escribió que considera que el pago de Trump a Cohen es un pago de un préstamo y que era necesario incluirlo en la divulgación de Trump de junio de 2017. Los expertos en ética dicen que si ese pago se omite a sabiendas y deliberadamente, Trump podría estar en violación de las leyes federales de ética.
“Esto es un gran problema y sin precedentes. Ningún presidente ha sido previamente sometido a ninguna remisión por (Oficina de Ética Gubernamental) al DOJ como resultado de no haber reportado un ítem en su informe público de divulgación financiera”, dijo Virginia Canter, una ex funcionario de ética en las Casas Blancas Clinton y Obama que ahora está en el grupo de vigilancia Citizens for Responsibility and Ethics en Washington.
La forma en que Trump resolvió el pago de Daniels en su revelación ha sido vigilada de cerca, particularmente después de que su abogado Rudy Giuliani concedió entrevistas a principios de este mes diciendo que el presidente le había reembolsado a Cohen, un pago que no había aparecido en el informe de Trump el año pasado.
En una nota a pie de página en letra pequeña en la página 45 de su divulgación de 92 páginas, Trump dijo que le reembolsó a Cohen por “gastos” que van desde $ 100,001 a $ 250,000. El informe decía que el presidente no tenía que divulgar el pago, pero lo hacía “en interés de la transparencia”.
Si bien la divulgación no especificó el propósito del pago, Cohen ha dicho que pagó $ 130,000 a Daniels en las semanas previas a las elecciones presidenciales de 2016 para evitar que se haga pública sobre sus acusaciones de que tuvo relaciones sexuales con Trump en 2006.
El abogado de Daniels, Michael Avenatti, tuiteó: “La revelación del Sr. Trump hoy prueba concluyentemente que el pueblo estadounidense fue engañado”.
Formulario de divulgación financiera de 92 páginas del presidente Trump.
El tweet continuó: “Esto NO fue un accidente y no estuvo aislado. Los encubrimientos siempre deberían importar”.
La nota al pie aparece en un informe que da la primera mirada prolongada a los ingresos de Trump de sus propiedades desde que se convirtió en presidente. Su hotel de Washington, DC, cerca de la Oficina Oval, que se ha convertido en un imán para diplomáticos y cabilderos, recibió $ 40 millones.
Su campo de golf y centro turístico en Miami recibió $ 75 millones, su resort Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, recibió $ 25 millones y su club de golf en Bedminster, Nueva Jersey, generó $ 15 millones.
Algunas de las cifras de 12 meses para sus propiedades están por debajo de su informe anterior, pero ese informe anterior cubría aproximadamente 16 meses y por lo tanto no es directamente comparable.
Las cifras son anteriores a los gastos y, por lo tanto, no dan ninguna indicación de cuánto beneficio obtuvo el presidente de las propiedades.
Trump tiene al menos $ 315 millones en deudas, casi lo mismo que reportó hace un año. Uno de sus mayores prestamistas es Ladder Capital, que ha prestado más de $ 100 millones. Trump debe a Deutsch Bank hasta $ 175 millones.
Las cifras de deuda se dan en amplios rangos en el informe y tienen un límite de $ 50 millones, por lo que no está claro cuánto debe realmente Trump. Las declaraciones de impuestos del presidente darían una imagen clara, pero Trump ha roto con la tradición al negarse a hacerlas públicas.
Cuando Trump asumió el cargo, se negó a despojarse por completo de su negocio global, otra ruptura con la tradición presidencial. En cambio, puso sus activos en un fideicomiso controlado por sus dos hijos adultos y un alto ejecutivo. Trump puede recuperar el control del fideicomiso en cualquier momento, y se le permite retirar efectivo de él a su antojo.
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Abdollah y el escritor de The Associated Press Richard Lardner contribuyeron desde Washington.
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