Revista Opinión

La docenita del fraile

Publicado el 01 mayo 2013 por Miguelmerino

Para conmemorar el día del libro, y para darles un poco de coba a mis blogueros favoritos, el pasado veintitrés de abril, este blog vuestro, aunque lo maneje yo, tuvo a bien conceder los Primeros premios literarios Entre el olvido y la memoria. Como sólo me relaciono con gente bien nacida, todos tuvieron a bien agradecer el premio y hacer lo único que se les pedía, que no exigía. A saber: recomendarnos un libro. Bueno, si hay que decirlo todo, al amigo Dessjuest, tuve que pegarle en la mano para que soltara el nombre de un libro, pero lo conseguí. No hay reto que se me resista. Y algunos de los premiados, en un alarde de generosidad, o con la excusa perfecta para fardar de premio, que una cosa no quita la otra, hasta hicieron una entrada en su propio blog a tal efecto. Ahora soy yo el que presume de haber servido de inspiración a tan buenas como variadas entradas.

Y sin más dilación, vamos ya a los libros recomendados:

el-olor-de-la-guayaba

La amiga Dolega, premio Entre el olvido y la memoria en su categoría de Realismo Mágico, tuvo a bien recomendarnos un maravilloso libro de Gabriel García Márquez, representante por antonomasia del realismo mágico y Plinio Apuleyo Mendoza, periodista y amigo personal de Gabo. El libro en cuestión es: El olor de la guayaba. Donde los dos amigos conversan sobre literatura y nos dan claves y anécdotas de muchos de los libros de García Márquez. Si no lo habéis leído, os lo recomiendo encarecidamente. Es más o menos fácil de encontrar en cualquier librería de viejo por dos o tres euros. Además y para dar valor añadido a la recomendación, nos contó la historia de la Hermana Gertrudis, con lo que no hizo otra cosa que corroborar el merecimiento del premio.

Tenemos que hablar de Kevin
Inma, de Territorio sin dueño, premio Entre el olvido y la memoria en la categoría de Diario íntimo, nos recomendó el libro de Lionel Shriver: Tenemos que hablar de Kevin. Reconozco que ni siquiera lo conocía, con lo que voy a dejar que sea la propia Inma la que nos diga por qué debemos leerlo:

Una novela dura, muy dura, llena de matices, con párrafos memorables con los que a veces te identificas, y otras te erizan la piel, no creo que pueda dejar a nadie indiferente, y te termina dejando ese poso algo amargo, esa inquietud y desazón, la típica novela que terminas y la llevas durante días impregnada en el ánimo, dándole vueltas y haciéndote pensar. Un libro que no da respuestas, sino que hace que te plantees muchas preguntas. Con determinados rasgos de la personalidad ¿ uno nace o se hace? ¿Cuánto influye la educación en nuestro comportamiento futuro? 
Recomendable tanto para hombres como para mujeres, con hijos o sin hijos, no importa, porque va mucho más allá de la típica historia de cómo educar a un adolescente rebelde.

Pueden leer la reseña completa en la fenomenal entrada que hizo para agradecer el premio y recomendar el libro: Emocionada me hallo. Ni que decir tiene que el emocionado soy yo, y a poco que haga alguna entrada más como ésta, queda nominada para la segunda edición de los premios, en la categoría de Crítica literaria. A mí me convenció para leerlo en cuanto tenga oportunidad.

El pacifista

Moneypenny, de Si te dicen que fui yo, premio Entre el olvido y la memoria, ex aequo en la categoría Diario íntimo, también hizo una bonita e ingeniosa (se la di hecha, pero ella puso el ingenio) entrada para agradecer el premio y recomendarnos un libro: El pacifista, de John Boyne. El motivo de la recomendación no parece ser otro que el de que se lo acababan de recomendar a ella y que está escrito por el autor de: El niño del pijama de rayas. No he leído ninguno de los dos, aunque conozco, lógicamente, la fama del segundo. Aunque es poco bagaje para despertar mi curiosidad, si se me pone a tiro en las librerías de viejo que visito, daré buena cuenta de él.

El señor de las moscas

El líder de opinión, Dessjuest, premio Entre el olvido y la memoria en la categoría: Novela histórica, se conoce que consciente de su poder de convocatoria, no quería recomendar ningún libro, para no desestabilizar el mercado y la lista de best seller, pero después de mucho rogarle, del envío de varios giros postales por cantidades auténticamente obscenas y de la promesa de un gran número de favores sexuales, no a pagar por mí, que más quisiera yo que tener ese privilegio, sino por aquellas amigas blogueras en las que yo pueda tener cierta influencia, por fin tuvo a bien, ni siquiera recomendar, sólo mencionar, un libro: El señor de las moscas, de William Golding. Otro libro que, a pesar de conocer, no he leído, por lo que lo añado a mi lista de deberes.

LA SONRISA ETRUSCA
Chema, de Bitácora de Macondo, premio Entre el olvido y la memoria en la categoría: Nueva semántica, aprovechando la reciente muerte de José Luis Sampedro, y supongo que a modo de homenaje, nos recomendó: La sonrisa etrusca. Magnífico libro que tuve la suerte de que cayera en mis manos por primera vez justo cuando empezaba a saborear las mieles de la “abuelez”, con lo que a la estupenda historia que nos cuenta Sampedro, se le unió la especial sensibilidad que yo tenía en ese momento sobre el tema. Por supuesto es mucho más que la historia de la relación de un abuelo y un nieto. Se trata de la clásica lucha de la vida en el sur rural (en este caso de Italia) y el norte industrial, entre el progreso y los viejos valores, entre la experiencia y la expectación. Si pueden, no se pierdan las andanzas de Zio Roncone y su nieto Brunettino.

The World Unseen
Y por último, sin que esto signifique nada, Adwoa, de La puerta entornada, premio Entre el olvido y la memoria en la categoría: Cuadernos de viaje, también realizó la correspondiente entrada de agradecimiento  y nos recomendó un libro. ¡Cómo no! Ella, viajera impenitente, cosmopolita y políglota, puso la nota exótica y nos recomendó un libro en el idioma de  Shakespeare, que para quien no quiera buscar en la Wikipedia, es el inglés. Se trata de: The World Unseen, de Shami Sarif. Además nos indica que no está traducido al español, así que los que no tenemos don de lenguas (mi mujer dixit), tendremos que esperar, a que salga en español o que aprendamos inglés. Y puesto que no puedo decir nada sobre el libro, dejaré que sea la propia Adwoa quien lo haga:

The World Unseen” está ambientado en Sudáfrica en los años 1950, durante el recién instaurado régimen del apartheid. Amina es una mujer que vive descartada de las normas sociales que le imponen, por un lado, la comunidad india a la que pertenece y, por otro, la sociedad racista que le ha tocado vivir. Desafía sus tradiciones llevando una vida independiente y no ocultando su orientación sexual. Y le hace un corte de mangas ficticio al gobierno racista que se acaba de instaurar en Sudáfrica abriendo un negocio junto con un socio negro. Miriam es la mujer casada y con hijos de la que Amina se enamora.

Y hasta aquí las recomendaciones de los premiados. Como habrán podido comprobar, sólo he leído dos de los libros recomendados y curiosamente, los dos que están escritos por autores “hispanoescribientes”. Es cierto que me manejo mejor con las lecturas de obras que se escribieron originalmente en español, pero es que tenemos tantas obras buenas que no basta una vida para leer ni siquiera una mínima parte. Ahora, y para presumir de lectura, puesto que no he quedado muy bien con las recomendadas, voy a recomendar yo un libro a cada uno de mis amigos. Aunque irá dedicado cada libro a un bloguero, recomiendo su lectura a todos.

La princesa india
 
Diario de un cazador
 
MORTAL Y ROSA
 
UNA HISTORIA DE LA GUERRA CIVIL QUE NO VA A GUSTAR A NADIE
 
Limpia y fija
 
JUDIOS MOROS Y CRISTIANOS

Para Dolega, La princesa india, de Inma Chacón. Escritora extremeña (Zafra), nos cuenta una bonita historia en los inicios del Nuevo Mundo, una princesa india y un capitán del ejército de Hernán Cortés. Amor, aventura, magia, inquisición. Una gozada.

Para Inma, Diario de un cazador, de Miguel Delibes. Aunque no te guste la caza, la prosa, el vocabulario, las descripciones y el siempre buen hacer de Miguel Delibes en la escritura, hacen de este libro una auténtica delicia. No está de más tener un diccionario a mano si no se está muy acostumbrado a la jerga rural.

Para Moneypenny, Mortal y rosa, de Francisco Umbral. Pasa por ser el mejor libro del prolífico escritor. Esta escrito desde el dolor de la pérdida de su hijo, aunque no es sólo eso. Es todo un ejercicio de charla filosófica con el miedo, lo desconocido, lo que te deja perplejo, tembloroso. Desde luego tiene muchas de las mejores páginas de Umbral, que es mucho decir.

Para Dessjuest, Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie, de Juan Eslava Galán. Se trata de un libro de anécdotas. No te cuenta la guerra con sus batallas, su cronología, etc. No. Lo hace a través de las anécdotas. Curiosas, divertidas, lacrimógenas. Una forma diferente y divertida de acercarnos a esta parte de nuestra historia, que sólo los años transcurridos hace que podamos afrontar de esta manera. Supongo que porque hay muchos que aun siguen viviendo las dos Españas, es por lo que el autor le puso ese título.

Para Chema, Limpia y fija…, de Mariano de Cavia. Una recolección de artículos que bajo ese título y firmado “por un chico del instituto” publicó en la prensa de principios del siglo veinte. En ellos arremete contra los escritores que en lugar de utilizar el buen castellano de que disponen como herramienta de trabajo, prefieren utilizar los barbarismos, principalmente galicismos que estaban muy de moda en la época. Una auténtica lección de lengua.

Y para Adwoa, Judios, moros y cristianos, de Camilo José Cela. En realidad, cualquiera de los varios libros de viaje que publicó don Camilo, el del premio, son realmente buenos y hermosos. He elegido este para no caer en el consabido Viaje a la Alcarria, pero ya digo que cualquiera de ellos son dignos de ser leídos con auténtica devoción. El vocabulario, los giros y modismos, las descripciones de paisajes y paisanaje y el fino humor de Cela, están en todos y cada uno de ellos.

DON QUIXOT DE LA MANXA (Catalán)
Y para completar la docenita del fraile (que son trece):

“Cierto fraile mendicante se presentó en una huevería a comprar una docena de huevos.
Fraile : Como son para distintas personas me va a hacer el favor de despachármelos separados, en la forma que yo le diga: Para el padre prior media docena (y la separó); el padre guardián me encarga un tercio de docena (y agregó cuatro); y para mí, que soy más pobre un cuarto de docena.
Tomó tres más, abonó la docena y se marchó.”

El libro de los libros: El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes y Saavedra. En cualquier idioma, yo lo tengo hasta en chino. No se trata de coger y leerlo de un tirón, que también. Se trata de cogerlo, leer un capítulo, el que te apetezca, saborearlo y pasar a otro o no, por orden o sin concierto, por el mero placer de saborearlo o de darte un atracón, lo que te apetezca, pero disfrutarlo. Es un lujo que esta obra se pensara y escribiera en castellano.

Sí, todo lo que recomiendo es en castellano, pero como ya dije antes: ¡hay tanto y bueno!


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