Revista Solidaridad

"La dolencia ha convertido mi rutina en una aventura: no sé cómo amaneceré"

Por Aparcamientodiscapacitados

De "mujer deportista y trabajadora" a pasar la mayoría de los días en cama. En apenas cuatro años la vida de Vanessa Rojo (Vigo, 1977) ha dado un vuelco que ni ella misma es capaz de entender. Un error médico en el transcurso de una operación lumbar en el Hospital Fátima le ha provocado "dolores crónicos" y le obliga a desplazarse con muletas. A pesar de tener 34 años es ya pensionista por una incapacidad permanente total y posee informes médicos que relacionan sus dos abortos con la dolencia que padece.

–¿Qué problemas le ocasionan en su día a día los dolores de espalda que padeces?

–Es un trastorno diario porque no sé nunca como voy a amanecer al día siguiente. Mi dolor es crónico: hay días en que ni siquiera puedo mover las piernas y otros en los que ando bien, pero siempre dependo de la medicación y mi muleta o bastón. La dolencia ha convertido el saber cómo estaré cada día en una aventura diaria y el último año la mayoría del tiempo me lo paso en cama.
–¿Ha disminuido tu independencia personal?

–¡Un montón, ayer mismo no podía ni moverme bien! Enfrento la situación gracias a mi familia –han venido a mi casa mi madre y mi padre, a pesar de que éste último también está enfermo– y me han hecho las labores de casa. Ahora mismo dependo de ellos y de mi novio. Tareas domésticas, como planchar, pasar la aspiradora o fregar el baño no me las recomiendan hacer porque corro el riesgo de quedarme encajada y me duele muchísimo.
–-¿Han aumentado los dolores con el paso del tiempo? 

–Sí, al principio era capaz de andar e ir al gimnasio casi a diario para hacer rehabilitación. Ahora no consigo caminar ni media hora y mi carácter ha decaído. La medicación también ha cambiado y ya estoy con morfina, Adolonta, Valium... E ingreso en urgencias cuando el dolor ya es insoportable.
–¿Crees que la dolencia te afecta a nivel emocional?

–Por supuesto. Trabajaba desde muy joven y siempre fui muy independiente y deportista. Cuando salí del quirófano y me dijeron que mis piernas no iban bien me desmorone... Con 34 años el estar día tras día encerrada casi siempre en casa le afectaría a cualquiera, pero más a una persona que ama la naturaleza, el deporte y la independencia. ¡Ahora mismo dependo de mi familia y mi novio tiene doble trabajo! Cuando voy a algún sitio me fijo mucho en las sillas que tiene, el acceso... ¡Cosas que antes me daban igual! Mi sueño de tener un hijo se está haciendo cada vez más lejano. En fin, me siento como un saco que toda mi familia tiene que llevar encima.
–¿Y a nivel profesional?

–Ya me ha afectado. He perdido mi empleo y la opción de volver a trabajar, por lo menos mientras no me operen.
–¿Dónde ha buscado apoyo para afrontar la situación?

–En mi gente, el médico que tiene que operarme y mi abogado, que fue quien se movió; pero el Sergas no ha hecho nada de nada y cada vez que voy a urgencias me dicen que allí no pueden hacer nada por mí. También me ha apoyado mucho mi médico de cabecera, ha sido él quien me ha escrito el informe y ha animado a ponerme en contacto con el hospital
–¿Cómo espera que se solucione su caso?

–No sé si esperar mucho del Sergas, pero pediría la operación lo antes posible. Es lo único que quiero. Soy joven y deseo ser madre. Espero conseguirlo algún día tras la operación.
http://www.farodevigo.es/gran-vigo/2011/05/28/dolencia-convertido-rutina-aventura-amanecere/548948.html?fb_action_ids=10200184484193422&fb_action_types=og.recommends&fb_source=other_multiline&action_object_map=%7B%2210200184484193422%22%3A10150204369549756%7D&action_type_map=%7B%2210200184484193422%22%3A%22og.recommends%22%7D&action_ref_map=%5B%5D

Este obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.

Volver a la Portada de Logo Paperblog