Las dragas son herramientas flotantes que se usan para el mantenimiento de los calados en los puertos, para la construcción de nuevas infraestructuras, para la creación de playas y para un sinfín de cometidos que permiten a las autoridades portuarias ofrecer los servicios de un determinado puerto, a ser posible, los 365 días del año.
Existen numerosos tipos de draga, cada uno de ellos adaptado a un determinado cometido o a un tipo de fondo marino; antiguamente las mas usadas eran las de cangilones o de rosario, las de succión y las PRIESTMAN, estas ultimas adaptadas para los trabajos en rincones de difícil acceso a las otras. Las de rosario eran muy efectivas pero de gran agresividad con los fondos marinos; las de succión muy adaptadas a fondos arenosos etc. Todo esto, como siempre, generalizando para no extendernos en lo que podrían ser auténticos tratados técnicos de cientos de paginas para cada uno de los tipos.
El puerto de Santander disponía de los tres tipos y una de estas dragas, la SANTANDER, es la que hoy estudiaremos junto a un compañero de fatigas; el remolcador SAN MARTIN. Para hacerlo nos basaremos en la información proporcionada por el citado libro. Referente a la draga leemos y condensamos: La draga SANTANDER portaba un rosario de cangilones y una palanca para trabajar a seis metros de profundidad. En su silueta resaltaban sobre todo sus dos chimeneas pareadas. Un resumen de las características generales de la nave es el siguiente: Registro bruto, 213 tons. Peso muerto, 310 tons. Eslora, 45 m. Manga, 8 m. Puntal, 4,03 m. Calderas (nº y tipo) 2 / retorno de llama. Máquina Alta y baja, 160 C.V. Velocidad, 8 nudos.
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