La duda creciente

Seguramente, después de haber asistido a este macrocongreso bianual, los casi 3300 entrenadores de muchos lugares del planeta, tendremos tantas conclusiones cada uno de nosotros que nos daría para escribir más de un libro. En 3 días habrá cabido además de las grandes ponencias programadas y un marco único como FIBES Sevilla, muchas charlas en los pasillos, muchos reencuentros, numerosos estrechamientos de mano con gente que, desgraciadamente, sólo coincidimos en este tipo de convocatorias. En mi caso, siempre suelo salir fortalecido ya que disfruto enormemente de todo y mis conclusiones quedan en forma de algunas notas recogidas en una libreta. De todos los mensajes vertidos desde tan imponente atrio, me voy a quedar con dos de ellos que no hacen sino confirmar varios de mis principios. Manolo Jiménez expresó, y estoy muy de acuerdo, que hoy día, por tener este deporte el carácter de universalidad que tiene, de fútbol sabe todo el mundo. Personas de a pie, padres de futbolistas, directivos...es cierto, todo el mundo sabe de fútbol (son muchas las horas al día que se dedica a debatir sobre el tema) pero sólamente los entrenadores tienen el poder y el privilegio de TRANSMITIRLO. Igualmente, me quedo con una afirmación de Lorenzo Buenaventura en el sentido de que, como entrenador, puedes ganar muchos partidos, campeonatos...pero por lo que catalogarán finalmente y tus credenciales serán CÓMO lo has hecho y de qué forma has recorrido ese TRÁNSITO. Con ambas opiniones me siento plenamente identificado además me reafirmo en que el fútbol casi todo es cambiante y evolutivo. Los procedimientos cambian, los análisis, entrenamientos, pensamientos. No hay mejor jugador de la historia (afirmación de mi gran amigo Armando Monge), ni mejor equipo de la historia, ni mejor entrenador de la historia ni mejor forma de jugar al fútbol de siempre y sí todo ello lo mejor de su tiempo. El fútbol es como el cerebro humano o los fondos marinos, aún encierra muchas, muchas materias en las que evolucionar para lograr llegar a su conocimiento. Por mucho que estudio este deporte y por muchos congresos y actualizaciones a las que acuda, la idea final que me queda es que mi duda crece en cuanto a lo que creo que sé de fútbol, o sea, poco o casi nada.
LA DUDA CRECIENTE