Revista Espiritualidad

La ecuación de decisión: SAO (Servicio al Otro) o SAS (Servicio a Sí mismo)

Por Ane
 
Es una entrada larga, lo sé, pero un poquito de esfuerzo por pensar, elaborar, sopesar y decidir, tampoco viene mal.
Lo encontré en un buen sitio que me enseñó Isa y como es de bien nacidos ser agradecidos... Gracias Isa por el enlace:
http://starviewer.wordpress.com/2011/06/16/reflexiones-sobre-los-tiempos-que-vienen-la-ecuacion-de-decision-sao-servicio-al-otro-o-sas-servicio-a-si-mismo-esa-es-la-cuestion/
La ecuación de decisión: SAO (Servicio al Otro) o SAS (Servicio a Sí mismo)
Cada vez se hace más manifiesto el cambio en la percepción de aquellos que sin perjuicio de entender la realidad cuántica, se obstinan en aferrarse a los antiguos dogmas y paradigmas de un cada vez más caduco modelo SAS que se desmorona en cada uno de sus pilares básicos. Y es que un SAS nunca colabora en el servicio al otro, sino que se aferra a su propio ego y en esa línea se afana en materializar todo aquello que le consume cada vez más y más.
Los SAS que se agrupan, lo hacen para intentar ganar terreno a costa de no dejar avanzar a los SAO pues saben que estos últimos son creativos y si se les deja, consiguen cambiar la realidad.
Pero finalmente todo SAS, necesita rodearse de SAOs para alimentarse de la energía creativa que proviene de ellos a cambio de ¿nada?. Lo cierto es que en el momento en que los SAO toman conciencia de su SER, dejan de ser RES al servicio del SAS pues se dan cuenta del gran poder sutil que generan cuando en convergencia con otros SAO, son capaces de avanzar todo ese terreno que antes eran incapaces de avanzar debido a la atracción fatal del SAS.
El SAS es depredador, pues su única energía proviene de la explotación de los recursos del SAO. En cambio este ha tomado conciencia de su ilimitada capacidad para generar su energía que proviene del amor incondicional.
Cuando el amor incondicional se pone al servicio de proyectos y en compañía de otros SAO, se genera el principio multiplicador de la gestión de la abundancia. Es como si de pronto, toda la energía procedente del interior del SER, se regenerara infinitamente en un continuo florecer que permite la consecución de metas infinitas que el SAS no puede ni representarse, salvo cuando avanza depredando a otros SAS que ingenuamente le entregan su energía.
Pero, tal y como decíamos al comienzo de 2011, este es el año de la opción, de la toma de conciencia cósmica y de la conexión consciente con el Universo del que el SAO forma parte, no así el SAS, que prefiere contemplar el Universo retándole desde fuera a que desgaste su infinita energía, con la errónea creencia de que generando el caos conseguirá mantener a sus reses dormidas.
Y es que la mayor prueba de la inteligencia Universal se manifiesta en el momento en el que la biofísica, la genética y la ionogenomática convergen en la toma de conciencia del SER que como SAO descubre que puede mecerse en las ondas más sutiles de la energía y de esta forma modificar la realidad con sus pensamientos y emociones en un contexto de armonía consciente e inteligente, que nada tiene que ver con el inmediatismo del SAS.
Esa es la prueba del verdadero cambio, pues en ese mismo instante, los SAO toman conciencia de su gran poder, y sutilmente se apartan de los SAS que por primera vez en la historia de la humanidad quedan expuestos a sus propios miedos, apegos, pasiones y densidades, como si quedaran atrapados en la misma telaraña que antaño tejieron para atrapar a sus presas, los SAO, que ahora han aprendido a huir de forma sutil de sus antiguos depredadores y a integrarse en la simbiosis natural del propio Universo y sus energías.
Fluir, al igual que fluyen los osciladores armónicos del Sol que al cruzarse con las ondas fase, generan las estructuras subcuánticas que modifican la materia. Sublime y sutil la incidencia de esas apenas perceptibles Resonancias Schumann, que tienen el poder de curvar el espacio-tiempo, haciéndonos partícipes de la dimensión cuántica de las emociones que fluyen en el silencio de nuestro interior y nos activan la energía y la creatividad.
Los SAS son agujeros negros, todo lo atrapan, mientras que los SAO son estrellas de energía incombustible que en un momento determinado del tiempo se ven potenciadas por el estímulo de la superonda que proviene del centro del cosmos.
La expansión es la regla general en convolución armónica con las excepciones que atrapan y retienen la energía. Cuando los SAO deciden juntarse, no necesitan apenas intercambiar palabras, pues les envuelve una frecuencia que les reconoce desde tiempos ancestrales y les une desde la generación de energía en la proyección simbiótica de la gestión de la abundancia.
Y aquellos que se aferran a la foto de la energía, aquellos que únicamente perciben la mecánica y la materia, la densidad cortoplacista del “momentum” cósmico, y no alcanzan a ver que la modificación de la realidad se opera en el pre-estadío energético del pensamiento seguido de la interacción creativa del sentimiento emocionalmente limpio desde el impulso interior constante.
Sutilmente, de nuevo David con su dulce melodía, desactiva la pesada envergadura de Goliath, que apenas alcanza a ver cómo centésimas de Hercios pueden marcar la diferencia entre una desactivación de una frecuencia hostil y el gentil y vigoroso aflorar de la vida en el Universo. Las ciencias de la aniquilación no pueden entender cómo las sutiles ciencias diferenciales del amor, convolucionan eficientemente en el largo plazo, con la misma sencillez con la que un murmullo suave de la brisa del mar, envuelve cada rincón de la piel y la estremece.
No se dan cuenta los SAS que la ira y el odio únicamente destruyen a los que se ven reflejados en el aether de la sencillez armónica de la energía en estado puro.
¿Qué sentido tiene retener la energía infinita que fluye en el “aethernum”, si continuamente volverán a gestionar una escasez que cada vez les constriñe en una cuadrícula más pequeña de la que no hallan salida ni reposo?
Los tiempos que vienen son los de la transcendencia en la materia, desde la energía del servicio al otro en la solidaridad perfecta de la felicidad que se alcanza con arrancar una sonrisa.
Tan sólo esa energía es capaz de mover montañas, de generar proyectos tan hermosos que la ciencia ficción será un cuento de niños.
No es un cambio tecnológico, ni tan sólo quedará en un sublime giro en la ciencia como en tiempos pasados. Hablamos de la oportunidad soñada de SER siendo SAO lo que nunca nos podrán arrebatar los SAS.
¿Y tú….? ¿Qué piensas hacer al respecto…? ¿Arrancar sonrisas desde la inmensidad de la energía de tus osciladores armónicos y convolucionar o…tal vez…seguir aferrándote a la foto densa del recuerdo de aquél SAS que robó tu energía? Ese es el verdadero significado de tu ecuación de decisión.

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