Revista Coaching

La edad sí importa

Por Interesproductivo @RoberttiGamarra

Dependiendo de la edad entras o no en el mercado.

La edad sí importa

@morguefile

“Eres demasiado joven para esto”, recuerdo las palabras de un jefe de área que declinó ponerme al frente de una iniciativa cuyo manejo conocía a la perfección. Pues la edad sí importa. Había superado ampliamente los 18 años, cuando el Estatuto de los Trabajadores fijaba la franja de edad para empezar a trabajar en los 16 años. En esta sociedad la edad adquiere una significación variable según para qué, no tiene el mismo valor para trabajar que para relacionarse, para emanciparseque para tener relaciones sexuales.
¿Cuántos años debe tener alguien para, por ejemplo, crear una empresa? Yo empecé un emprendimiento informal a los 9 años. No era gran cosa, se trataba de recoger botellas de cristal en el vecindario, lavarlas y volverlas a vender a las embotelladoras de bebidas. Bien es cierto que se trataba de una iniciativa informal, sin ninguna estrategia ni posibilidad de penetración en el mercado, pero me enseñó entonces varias cosas, entre ellas una de la más importantes: la edad no es un límite cuando existe voluntad e inventiva. Por desgracia, sobrevivir en una sociedad super especializada requiere más formalidad que una propuesta de andar por casa.


Enlaces relacionados
- Primer paso hacia el éxito
- Segundo paso hacia el éxito
- Tercer paso hacia el éxito
- Cuarto paso hacia el éxito
- Quinto paso hacia el éxito

Así pues, en el mercado formal la edad lo define todo. Años después de aquel rechazo por precocidad para postularme a encargado, hace poco alguien me dijo: “Ya eres mayor para eso, buscamos alguien más joven”. Había recorrido el camino de vuelta con el mismo resultado. Esto me hizo ver que la edad es el único factor que elimina el valor de la experiencia o los conocimientos. Y, lo peor de todo, se calcula a simple vista; los responsables de recursos humanos determinan la validez de un candidato a la oferta de trabajo con sólo mirarle un instante. Ese es el instante crucial para una persona mayor de 40 años o, actualmente incluso de 35 años. Sin lugar a dudas, lo peor de la crisis es que ha bajado la franja de edad convalidada para trabajar, de los 50 años a casi los 35. Una vez superada esta barrera se reduce drásticamente las posibilidades de incorporarse al mercado laboral.
Por lo tanto ser joven es una barrera tanto como ser mayor de cierta edad. Hace aproximadamente un mes leía unos datos, a simple vista preocupantes. Revelaban que más del 62% de los jóvenes españoles, cerca de 2.800.000 personas,  eran económicamente inactivos. Ni siquiera los datos que se publican a menudo saben desarrollar un cálculo real de la franja de edad válida para el trabajo, sobre todo para incorporarse al mercado laboral. En ese porcentaje de jóvenes que están en el paro se incluían a los que no podían hacerlo por motivos de estudios, responsabilidades familiares o discapacidad. Lo único que se tomaba en cuenta era la edad, de 16 a 24 años. ¿Es o no importante, entonces, la edad? Si socialmente todo se traduce en componer un mapa de validez traduciendo la edad de las personas, simplemente con mirarlas, es fácil interpretar que cuando se llega a cierta barrera todo se complica y desparecen la trayectoria, los conocimientos, las habilidades… sólo vale la edad. Y esto es trasladable a cualquier ámbito de la vida, sentimental, intelectual, profesional. No se si tengo razón, casi prefiero no tenerla, pero llegar a cierta edad es crucial para una persona, porque la visión de los demás hacia ella puede decidir si le otorga la oportunidad o no.
 Si te ha gustado este artículo, compártelo. Gracias.   


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas