La educación líquída

La educación líquida de Bauman
Otra de las enseñanzas que me han quedado del libro de Mundo Consumo de Bauman es la referida a la educación líquida. El autor parte del símil, algo impropio, compara el aprendizaje con un misil inteligente, que sigue “una estrategia de racionalidad instrumental”. Nos dice que los misiles inteligentes aprenden sobre la marcha, de ahí que lo que necesiten desde el primer momento es que les dote de la capacidad de aprender, y de aprender deprisa, para poder seguir el objetivo aunque cambie de emplazamiento. Nos dice que la aptitud para el aprendizaje rápido, es la capacidad de olvidar al instante lo que ha aprendido con anterioridad. Estima que con la información adquirida unos instantes antes y, bajo ningún concepto, deberían desarrollar hábitos de comportamiento con arreglo a lo sugerido por esos datos. Toda la información que se adquiere se vuelve rápidamente obsoleta, por lo que en vez de servirnos de guía fiable, puede llevarnos por el mal camino si no la desechamos con la suficiente prontitud. Lo que nunca deben de olvidar los cerebros de los nuevos misiles inteligentes (la mente de nuestros niños) es que el conocimiento que adquieren resulta sumamente desechable y que su validez sólo dura hasta nuevo aviso y su utilidad no es más que provisional.
Para los filósofos de educación de la era modernidad sólida, los profesores eran como lanzaderas de misiles balísticos y, como tales, los instruían sobre cómo asegurarse de que sus productos se mantuvieran estrictamente dentro de una trayectoria preestablecida determinada por su impulso inicial. Hoy día estas pautas de lanzamiento no tiene sentido, la educación debe aportar a los nuevos misiles del futuro, nuestros niños, la facultad y competencia para percibir los cambios de emplazamiento de sus destinos, que ahora serán móviles y complejos.
En los nuevos escenarios de modernidad líquida, la educación y aprendizaje deber ser continuos y, de hecho, permanente a lo largo de toda la vida, estamos llamados a mantener una “reformación” continua, siempre por terminar y con final abierto. Perseguimos la educación permanente orientada al empoderamiento para la reconstrucción de un espacio público en el que los hombres y mujeres puedan participar en un ir y venir continuo entre intereses, derechos, deberes, individuales y comunes, privados y comunitarios. Este es nuestro destino.
Destaco este blog sobreeducación, cultura digital y otras turbulencias