Revista Opinión

La ejecución extrajudicial de Bin Laden

Publicado el 04 mayo 2011 por Reven
La ejecución extrajudicial de Bin Laden

Obama, Hillary Clinton y otros mandatarios siguiendo la operación desde La Casa Blanca

Antes de decir nada, asumiendo el riesgo de crítica, diré que Bin Laden era un personaje ruín y miserable, que se apoyaba en la fé de otros para hacer el mal y conseguir sus objetivos de venganza y, por que no decirlo, poder. No apoyo el terrorismo, no apoyo la muerte indiscriminada. Pero por esto último tampoco puedo apoyar el asesinato de quienes han llevado a cabo este.

“Lo asesinaron porque se resistió”, dicen las primeras informaciones, “no iba armado”, dicen las segundas y “no se resistió” las terceras… ¿Qué impide entonces a un grupo de soldados de las fuerzas especiales armados hasta los dientes capturar al terrorista? Nada. Fue una ejecución directa y ordenada.

Todos los líderes europeos se han dado prisa en aplaudir la muerte de Osama Bin Laden. ¿Dónde está la crítica? Parece ser que realmente el asesinato de estado va a pasar a ser uno de los nuevos valores de nuestro amado occidente. ¿Un jefe de estado puede aplaudir el asesinato de un hombre simplemente porque es su enemigo político? ¿Es ese el mensaje que el dirigente de una nación tiene que darle a sus ciudadanos? El ojo por ojo solo nos deja a todos tuertos.

La lucha contra el terrorismo debe llevarse a cabo por medio de vías democráticas. En un estado democrático Bin Laden hubiese sido capturado, deportado y juzgado, con derecho a una legítima defensa y un juicio justo. Al ser juzgado en los Estados Unidos de América hubiese sido, con mucha probabilidad, condenado a la silla eléctrica. No estoy a favor de la pena de muerte, pero esa posibilidad hubiese sido aceptable y, dentro de unos límites, justa.

Leon Panetta, director de la CIA, se pregunta si hubiesen dado con el paradero de Bin Laden sin haber utilizado la tortura en Guantánamo. Torturas como el waterboarding (ahogamiento simulado), que dejan mucho que desear, al igual que Panetta al justificar la tortura. La diferencia entre una persona que hace política en democracia y una persona que para conseguir sus objetivos recurre al terror y la muerte debería ser que uno utiliza el debate, el derecho y las herramientas comunes, para acabar con los problemas, y otro solo las armas. En caso de mezclarse estas descripciones y usos estamos confundiendo quien es uno y quien es otro. Los estadounidenses nunca debieron adoptar sus métodos, ahora puede que haya gente que piense que tampoco tienen el derecho a un juicio justo. Y Leon Panetta debería saberlo, torturar, invadir, masacrar y asesinar de forma extrajudicial son prácticas terroristas que no deberían utilizarse ya que lo único que consiguen es legitimar aún más esta actividad.

En Al-qaeda estarán dando las gracias por los cientos de nuevos muyahidínes que dará lugar el asesinato y lanzamiento al mar de Osama Bin Laden. El odio genera odio. ¿Cuando vamos a aprender?


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