Revista Libros

La elegancia del erizo - Muriel Barbery

Publicado el 29 octubre 2010 por Rusta @RustaDevoradora
La elegancia del erizo - Muriel BarberyEditorial: Booket
Páginas: 368
ISBN: 9788432250651
Precio: 14,50€
Hace años un profesor me dijo, después de no sacar un diez en un examen porque cambié la respuesta de una pregunta a última hora, que debía fiarme más de la primera idea que venía a mi cabeza. A pesar del cariño que guardo a este profesor, sigo pensando que a veces no te puedes quedar solamente con la primera impresión de las cosas o de la gente, pero creo que en el momento de elegir este libro tendría que haberle hecho caso. Cuando empecé a ver La elegancia del erizo en las listas de libros más vendidos de 2008 pensé que sería un libro raro que podría leer (con esto quiero decir que no es de un género del que huya, sin ser tampoco de mis preferidos) pero no llegaría a convencerme del todo. Después, al leer opiniones sobre él me animé un poco, pero fue sobre todo algo mío lo que hizo que no parara hasta conseguir tenerlo. Sin embargo, mis impresiones después de leerlo coinciden plenamente con aquella primera impresión que tuve: es un libro distinto que, sin ser malo, no me ha gustado del todo.
Antes de entrar en el análisis de la novela, quiero comentar, para los que no sepáis nada sobre el libro, que éste se caracteriza, entre otras cosas, por incluir reflexiones filosóficas en él. Yo no suelo leer libros de este tipo, y de hecho me considero una defensora de los libros que entretienen sin hacerte pensar, pero eso no quita que de vez en cuando me guste leer libros que me lleven a lo contrario.

La elegancia del erizo

El libro está narrado en primera persona por dos personajes: Renée y Paloma. Está ambientado en Francia, aunque en esta ocasión la ambientación no es algo que destaque: importa mucho más lo que piensan y sienten las protagonistas. El libro está estructurado en capítulos cortos, y se van alternando según sean de Renée o de Paloma, aunque predominan los de la primera.

Renée
Renée es una portera cincuentona que en apariencia es una portera cualquiera: se muestra como una persona de la calle, pobre, sin estudios y que se expresa mal. Pero todo es una fachada: Renée es una mujer muy culta, que ha leído a los clásicos y a los filósofos, y también domina de otras manifestaciones de arte (música, pintura…). Cuando nos habla de sus vivencias y sus sentimientos es siempre muy correcta en la escritura, no comete ningún error gramatical ni de sintaxis. Vive sola y no tiene familia, y a lo largo del texto sabremos a qué se debe que quiera ocultar su verdadera pasión a los demás.

Renée es un personaje con el que simpaticé enseguida. Sus capítulos me han resultado mucho más entretenidos que los de Paloma (sin ser una novela de acción). A pesar de que me ha caído bien, no nos engañemos, no es un personaje creíble. Se nota que la autora ha tenido que inventar un personaje bastante forzado para que le cuadraran todas las ideas. No lo critico, es un recurso más, pero cuando leo prefiero encontrarme situaciones y personajes lo más fieles posibles al mundo real, por este motivo me ha resultado un poco raro leer acerca de la vida de una portera que lleva una filóloga en su interior y oculta esta parte de ella a los demás, incluso a las personas que la quieren. Es algo parecido a "Firmin", de Sam Savage, obra en la que por muy bien que te caiga el ratón, sus ideas no te llegan de la misma manera que si las narra alguien más cercano a ti.

Paloma
Paloma es una niña de doce años superdotada, que pertenece a una familia adinerada que vive en el bloque del que Renée es portera. Ella también oculta sus inquietudes a su familia, y explica sus pensamientos escribiéndolos. Está obsesionada con el suicidio y el sentido de la vida, son de sus capítulos de los que he sacado más temas de reflexión y más "citas". Se siente incomprendida por su familia, critica a todos los de su entorno y parece no encontrar su lugar. Puede parecer un buen punto de partida para un libro de reflexiones, pero yo lo que he encontrado es una adolescente más, que escribe mejor y tiene más sentido común que la mayoría, pero con los mismos problemas que todos. Ese intento de presentárnosla como algo que no es no me ha gustado. Al final todo tiene sentido, pero de poco sirve que la niña sólo te despierte ternura en el último capítulo si durante toda la novela te ha aburrido. Además, no me ha gustado ese truco de girarlo todo de repente al terminar.

Si Renée me cayó bien a pesar de no ser creíble, con Paloma me ha ocurrido todo lo contrario: es un personaje más creíble (estoy segura de que hay más niñas superdotadas que porteras cultísimas que ocultan su personalidad), pero totalmente prescindible en el libro. Sus fragmentos me han aburrido más y se me han hecho más pesados; no sólo por las reflexiones (algunas están bien), sino porque le falta ese punto de interés que despierta la vida de Renée. Yo a Paloma la he visto como a una adolescente más, tal vez por eso no he sentido tanta curiosidad por ella. En cambio, lo atípico de Renée hace que enganche más. Sinceramente, Paloma me parece un personaje totalmente prescindible. No he conectado con ella, y si no apareciera en el libro y hubiera más de Renée tal vez la calificación que le doy tendría una estrella más.

Amor por la buena literatura y la buena escritura

Algo que siempre nos gusta a los lectores ávidos es encontrarnos con personajes como nosotros en los libros, personajes que también leen. Me vienen a la cabeza libros como Firmin, La sombra del viento y La ladrona de libros, en los que los protagonistas sienten devoción por la lectura. En La elegancia del erizo se hacen referencias literarias, que por suerte no son muchas y de este modo aunque no las hayas leído no te pierdes en el texto. Renée adora especialmente la obra de Tolstoi, "Ana Karenina", su mascota se llama León en honor a él y algunas frases de este libro tendrán importancia en el desarrollo de la historia. Yo no he leído este libro (aunque quiero leerlo desde hace tiempo) pero no he tenido ningún problema para seguir la historia. Lo dicho, que siempre hace ilusión encontrar "colegas" cuando lees y este aspecto es un punto a favor de este libro.

Además de encontrar personajes lectores, este libro tiene otra particularidad relacionada con la escritura que no es tan frecuente en los libros actuales como lo anterior: Renée es una auténtica maniática de la corrección gramatical. Cuando habla con alguien se expresa mal a propósito, pero al escribir su ortografía y sintaxis son impecables. Esto hace que cuando escucha una incorrección en boca de otra persona se asuste y dedique líneas y líneas a darle vueltas. Estos fragmentos tienen bastante sentido del humor, y me han gustado porque yo también soy muy maniática con esto. A todos se nos pueden escapar algunas faltas, pero cuando leo algún palabro imposible me duelen los ojos. Puede que para alguien que no da mucha importancia a estos temas estos detalles de Renée resulten aburridos, pero a mí me han gustado y me han parecido originales en la novela.

Reflexiones varias

La elegancia del erizo es una novela que a partir de los hechos cotidianos de las protagonistas reflexiona sobre diversos temas. Predomina la reflexión sobre la acción, por lo tanto, si no os apetece una novela para pensar quedáis descartados como posibles lectores de esta novela. Aun así, no está de más decir que los temas se tratan de manera muy amena, se entienden fácilmente y son cosas que cualquiera puede plantearse sin caer en los tópicos de siempre. Son reflexiones breves, ninguna dura más de un capítulo, y como os decía, se alternan con situaciones cotidianas para que no resulten aburridas. Os comento las que más me han gustado.

Para empezar, tenemos la teoría del mundo de las ideas de Platón, aunque no se habla del tema refiriéndose directamente a él. ¿Cada cosa es única o es tan sólo una imagen de la cosa en esencia? Probablemente es el tema más abstracto que se trata en la novela, el resto de reflexiones son más "humanas", así que no penséis que el libro es un resumen de la historia de la filosofía. Me ha gustado encontrar esta teoría porque siempre me ha parecido interesante y, como no, porque también la estoy dando en el cursillo y la coincidencia me hizo ilusión.

Otro tema interesante y muy frecuente en la vida real es el del verdadero "nunca": la muerte. En los libros mueren personajes, y a veces también se refleja esa angustia por el dejar de existir para siempre. En las palabras de uno de los personajes: "Pronunciamos esa palabra cien veces al día pero no sabemos lo que decimos antes de habernos enfrentado a un verdadero "nunca más"". Qué ridícula parece la palabra "nunca" cuando la utilizamos para referirnos a una acción banal si después nos paramos a pensar en la muerte. Un tema duro y que crea mucha angustia, pero real, por suerte o por desgracia.

Sin duda el sentido de la vida es el tema más recurrente, aunque se reflexiona sobre él desde perspectivas distintas. "Estamos programados para creer en lo que no existe, porque somos seres vivos que no quieren sufrir. Por ello empleamos todas nuestras energías en convencernos de que hay cosas que valen la pena y que por ellas la vida tiene sentido.", es otra de las citas del libro. También se habla de la importancia del presente, que se pueden hacer muchos planes para el futuro, pero sin presente no hay futuro. Me ha gustado el sentido de ver la vida como una persecución de instantes que mueren. Al final, Paloma llega a la conclusión de que el verdadero sentido de la vida es aprovecharla dedicándola a hacer aquello que más te gusta de la mejor manera posible. Es un tema bastante típico, pero el desarrollo del pensamiento que va haciendo Paloma está bien y es lógico con los acontecimientos.

Me ha gustado el punto de vista de considerar malvada a una persona que se odia a sí misma, porque según Paloma, es algo que se nota. Quererse a uno mismo es importante, pero en esto nuestra joven amiga también tiene algo que decir para los que son incapaces de ver más allá de sí mismos: ella suplica a la vida que le dé la oportunidad de conocer a los demás, de comprender su existencia, porque hay gente que merece la pena. Se compara con su hermana mayor, una chica un poco egocéntrica que al formar parte de una familia sin problemas no valora el trabajo de las personas humildes como Renée. Paloma nos da unas buenas lecciones de vida.

En general, la novela desprende mucho pesimismo. Incluso en cierto momento este pesimismo se relaciona con la literatura tan amada de nuestras protagonistas: tal vez la literatura, al igual que la televisión y el cine, no es más que un espejo de lo que en realidad nos gustaría vivir pero no nos atrevemos a llevar a la práctica. Es una idea que deprime bastante, pero no deja de tener una parte de razón. Es una visión de la literatura que nunca me había planteado, ha sido interesante conocerla aunque para mí, ante todo, la literatura seguirá siendo una actividad con connotaciones muy positivas.

La mayoría de reflexiones nos las ofrece Paloma, pero también hay una de Renée que está presente en toda la obra: su condición de mujer pobre, poco agraciada e inteligente. Otra vez volvemos al pesimismo, pues Renée piensa que a la belleza se le perdona todo y en cambio la inteligencia no se valora lo suficiente. La portera tiene que resignarse ante su situación. Soy una persona bastante pesimista en general, pero con algunos puntos creo que la autora desespera en demasía: la condición de Renée, por ejemplo, es la que tiene y vive con ella sin aceptarse; en ningún momento se le pasa por la cabeza intentar cambiarla. Se queja, pero ella sigue igual. Aquí no puedo decir que lleve la razón. Creo que al libro le falta un poco de optimismo (y para que lo diga yo tiene que ser muy negro, porque como ya digo soy una persona pesimista y en los libros suelo preferir lo triste a lo azucarado), no sólo en este tema sino en general.

El libro en sí

El libro, muy acorde con los pensamientos de la protagonista, está escrito de manera elaborada y correcta. Se entiende fácilmente, pero es un libro de los que se leen despacio para poder pararse en cada tema que toca. A pesar de la corrección que envuelve el lenguaje de la novela, tal vez he echado de menos un poco más de sentimiento, de encanto. En los textos de Renée aún, pero los de Paloma son bastante fríos pese a contener las reflexiones más interesantes. A veces me sentía como si estuviera leyendo un artículo de opinión sin más, por eso digo que no es un libro típico. Y yo, en una novela, prefiero sentir más calidez y meterme dentro de la historia que encontrarme reflexiones con un envoltorio más frío. Pero en fin, que tiene que haber gustos para todo.

Al principio me costó un poco cogerle el ritmo a la novela, pero de hecho en ningún momento me he sentido enganchada a ella. Su historia está bien, pero al mezclarla con reflexiones es inevitable que el ritmo acabe cojeando un poco, es muy difícil lograrlo todo: temas buenos y bien tratados y una historia adictiva. A partir de la aparición de un determinado personaje, Kakuro, un japonés que viene a vivir al bloque, la historia se hace más interesante, aunque sigue distando mucho de ser una novela de acción. No os he contado nada de este personaje porque para introducirlo tendría que contar aspectos de la trama que prefiero no descubrir. Lo único que puedo decir de él es que, a pesar de que es útil para dar un giro a la historia, como personaje no me acaba de gustar. Japón es un país que no me atrae especialmente, y me estoy empezando a hartar de todo el aire zen y de perfección que envuelve su cultura y que está tan de moda. Respeto sus ideas y sus costumbres, pero me da rabia ver en las novelas que lo bueno tiene que llegar de fuera. ¡Que todavía queda gente a la que lo japonés le es indiferente!

La historia de Renée y Paloma está bien, aunque tampoco es gran cosa y a mi parecer el libro destaca mucho más por sus reflexiones. Como personajes, ya os he dicho que Renée me gusta, y si se hubiera enfocado la novela con ella desde otra perspectiva podría haber quedado un libro más realista y menos filosófico que seguramente habría disfrutado más. Pero lo dicho, todo es cuestión de gustos. "La elegancia del erizo" no es un mal libro, pero no es para cualquier lector, por eso intento advertiros de lo que vais a encontrar. Para quien disfrute reflexionando, le gustará que la historia se mantenga en segundo lugar. Para quien prefiera las novelas con más acción o sentimiento, es probable que le ocurra como a mí, que tengo está sensación de "está bien, pero no convence del todo".

Antes os comentaba que me gustan los temas que se tratan y que no me parecen demasiado típicos y tópicos (algo que odio y de lo que acabé harta con los libros de Coelho). Sin embargo, en la historia de Renée y Paloma sí que he encontrado algunos tópicos, y sinceramente, siendo la autora una filósofa capaz de plantear tantos temas, creo que podría haber sido más original y pulir también estos detalles para los que sentíamos interés por la vida cotidiana de las protagonistas y no sólo por su interior. Por ejemplo, Renée trabaja en un bloque en el que gran parte de las familias que viven en él son adineradas. ¿Qué ocurre? Que todos los ricos no le hacen ni caso y ni siquiera la conocen aunque lleva años trabajando allí. Como idea es muy bonita, "las personas humildes son mejores y los ricos que tienen de todo malos malísimos", pero es un poco triste que se tenga que recurrir a este recurso en una novela para reflexionar. Con Paloma ocurre algo parecido, aunque lo suyo lo relaciono más con su condición de adolescente y no tanto con la imagen de niña fuera de lo común que pretende mostrarnos la autora: no le gusta que su madre tire el dinero en el psicoanalista, le parecen vulgares las maneras de hablar y de divertirse de su hermana mayor, se siente incomprendida en todas partes, etc. No creo que haga falta ser un erudito para amar la literatura, y no me gusta que se descalifique tanto a personas que, al fin y al cabo, son normales, con sus defectos pero normales.

Por último, sólo quiero añadir que el final no me ha gustado NADA. Para mí desprende mucho pesimismo, muy acorde con todos los temas que estaba tratando, pero aun así me ha dejado muy mal cuerpo (y no en el sentido de tristeza, que hay finales tristes que me gustan, más bien me ha dejado de mala leche). No me lo esperaba para nada, y habría preferido mil veces un final previsible que transmitiera una mejor sensación que este.

Recomendación

Creo que viendo el tono en que he comentado cada parte del libro se puede deducir fácilmente a quién voy a recomendar el libro y a quién no. Para mí, lo mejor de "La elegancia del erizo" son sus reflexiones, que además se plantean de manera muy amena y su comprensión está al alcance de cualquier lector. Así que si os gusta que os hagan pensar, ya sabéis. En lo que se refiere a sus personajes, me gusta el personaje de la portera, pero el de la niña me parece totalmente prescindible, ya os he explicado el porqué. La historia parte de una idea buena (la situación de Renée), pero al lado de las reflexiones se mantiene en un segundo plano y no destaca especialmente. Por lo tanto, si queréis un libro de aventuras, o simplemente una novela normal y corriente, alejaos de él. Porque si algo me ha quedado claro, es que este libro es diferente al resto. Con personajes diferentes y estructura diferente, pero que carece de varias cosas para mantener un buen equilibrio entre la historia y las reflexiones.

A pesar de estos últimos párrafos, no me parece un mal libro, por eso diré que sí lo recomiendo (aunque con los peros que os he dicho). Lo recordaré con cariño porque su lectura ha coincidido en un momento de mi vida en el que la filosofía también está presente, y aunque no suelo leer libros que hagan pensar, de vez en cuando me gusta hacer una excepción. Eso sí, estoy muy decepcionada con el final. Todos los defectos que le puedo sacar no son nada en comparación con el mal cuerpo que me ha dejado. Creo que el desenlace de una novela es un aspecto importante, a veces incluso permite salvar una novela mediocre porque la última sensación que queda en el lector es la del final. Tenía la esperanza de que conforme avanzara las páginas la historia cada vez tuviera más interés, pero con este cierre me he llevado un buen chasco.



Mi valoración: 6/10

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