El 40,2 % de los jóvenes españoles menores de 34 años vive con sus padres y la edad media de emancipación de este segmento de la población se ha establecido en los 29 años, tres más tarde que la media europea, a pesar de que su deseo es hacerlo a los 27 años. Estos son los datos que desprende el “II Observatorio de la Vivienda en España” presentado por CENTURY21 España. Según este informe, las principales razones por las que la emancipación llega a una edad tan tardía en España están vinculadas de forma ineludible con la inestabilidad laboral, los bajos ingresos, la falta de oferta por parte del mercado inmobiliario ajustada a sus capacidades económicas, la mayor duración de la etapa formativa y los fuertes vínculos.
Según Ricardo Sousa, CEO de la red de CENTURY21 España “es necesario conocer y entender el contexto social en el que se mueven nuestros jóvenes para poder introducir condiciones que favorezcan su entrada en el mercado de la vivienda y facilitar su emancipación”.
Tal y como demuestra el estudio, el 45% de los jóvenes menores de 35 años no está emancipado y su paso hacia la emancipación se produce cada vez más tarde: entre los jóvenes de 18 a 24 años sólo el 30,5% vive fuera de casa de sus padres; esta cifra se incrementa hasta el 57% entre quienes tienen de 25 a 29 años, y se eleva al 80% en el caso de los jóvenes de 30 a 34 años. Esta situación es algo más frecuente en el caso de las mujeres (57,9%) que en la de los hombres (51,4%).
Aunque el 44,8% de los jóvenes participantes en este estudio han afirmado ser económicamente independientes cabe destacar que de éstos hay un 18,1% que afirma continuar viviendo en casa de sus padres, un dato que resulta coherente ya que los jóvenes no emancipados han otorgado 7,4 puntos sobre 10 a su nivel de satisfacción con respecto a su vivienda actual, en este caso, la casa familiar.
Pero a pesar de que el grado de satisfacción de los jóvenes con su vivienda actual es elevado, lo cierto es que 8 de cada 10 jóvenes afirman que no viven donde les gustaría por tres razones principales: al 40,4% le faltan recursos económicos a pesar de estar activo laboralmente, el 24,6% continúa estudiando y un 11,7% no tiene trabajo. Tan sólo un 6% de los jóvenes participantes en este estudio han afirmado estar bien donde está viviendo actualmente.
En cualquier caso, los jóvenes españoles no emancipados lo tienen claro a la hora de dar el salto hacia la emancipación: su primera vivienda debería tener una superficie de 75m2, tres dormitorios y dos cuartos de baño siendo la calidad de la construcción (54,4%), el acceso al transporte público (43,9%) y el grado de eficiencia energética (41,1%) los tres factores más importantes que tendrían en cuenta a la hora de establecerse en su primera vivienda fuera del hogar familiar.
“El análisis de esta realidad social de la juventud en su contexto global ha de llevar a todos los agentes involucrados como las promotoras e inversores a ofrecer alternativas flexibles y accesibles, adecuadas a sus condiciones económicas, sus expectativas, sus hábitos de convivencia y los procesos de transición hacia la vivienda definitiva”, concluye Sousa.