Según publica Diario de Cuba, en una entrevista publicada este viernes por el periódico Correio Braziliense, Bolsonaro criticó el programa Más Médicos, bajo el cual 11.420 doctores cubanos trabajan en zonas pobres o remotas de Brasil.
Dijo que el 75% de los salarios de los médicos se pagaba al Gobierno cubano y que sus hijos no tenían permitido reunirse con ellos en Brasil, citando el caso de una doctora cuyos tres niños pequeños tuvieron que quedarse en la Isla.
"Eso es sencillamente una tortura para una madre", señaló Bolsonaro. "¿Podemos mantener relaciones diplomáticas con un país que trata a su gente de esa manera?", agregó el presidente electo en el reciente balotaje.
Según Bolsonaro, el programa iniciado por la expresidenta Dilma Rousseff para brindar atención médica en áreas donde los doctores brasileños no querían atender podría continuar, pero los médicos cubanos tendrían que recibir su salario completo y tener a sus hijos con ellos.
Bolsonaro, quien fue elegido la semana pasada y asumirá el cargo el 1 de enero, promete el cambio más grande en la política exterior brasileña en décadas.
Antes de su elección, el mandatario electo dijo que podría dejar en entredicho el programa médico, que constituye una fuente de ingresos significativa para el Gobierno cubano.
"Cualquier extranjero que viene a trabajar aquí en el área de la medicina tiene que aprobar la reválida. No podemos estar contratando a gente de Cuba sin, como mínimo, comprobar que conocen el ejercicio de la profesión", dijo Bolsonaro en esa ocasión, refiriéndose al examen nacional de revalidación de diplomas médicos expedidos por instituciones de educación superior extranjeras, comúnmente llamado reválida.
Son justamente estos dos puntos, la dispensa de la reválida y la retribución de los galenos cubanos, los que han rodeado de polémica al programa Más Médicos desde que fuera lanzado en 2013. La remuneración, superior a los 3.000 dólares, no va directamente a los médicos cubanos, sino al Gobierno de Cuba, que se queda con el 75% del monto.
Además, los profesionales padecen la vigilancia y las limitaciones que les imponen las autoridades de la Isla. Médicos y políticos brasileños han tachado estas prácticas de condiciones de "semiesclavitud".
Es por ello que unos 200 profesionales cubanos han presentado demandas judiciales para librarse de la tutela de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y del Gobierno cubano, que son las instancias mediante las cuales se los contrata.
Una situación que condujo a una suspensión momentánea del programa, en abril de 2017, entre La Habana y Brasilia, cuando el Gobierno cubano rehusó enviar a otros 710 médicos, alegando preocupación porque la Justicia brasileña aceptaba las solicitudes de permanencia de los cubanos en ese país.
Después de una reunión en mayo del mismo año con la OPS, las autoridades cubanas determinaron retomar los contratos.
En 2016, el presidente Michel Temer sancionó una ley que prorrogó, por otros tres años, la permanencia de médicos extranjeros en el país sin la necesidad de revalidación del diploma.
Aun así, desde entonces, la política del Ministerio de Salud brasileño ha apostado por contener la cuota cubana, destinándola en esencia a puestos que son rechazados por profesionales brasileños.
Además, las propias dificultades financieras de La Habana han venido últimamente a sembrar dudas en cuanto a su permanencia en el programa.
Así, en septiembre de 2018 el Gobierno de Michel Temer amenazó al régimen cubano con dejar de pagar por sus médicos si este no saldaba las cuotas atrasadas de unos 17,5 millones de dólares que debe al Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES).
De todos modos, la prórroga que estipula la vigencia de Más Médicos vence en 2019. Por tanto, el próximo presidente brasileño tendrá que decidir qué hacer con el programa: mantenerlo en el estado actual, modificar las condiciones de contratación o sencillamente eliminarlo.
Esta decisión determinará la situación de los miles de profesionales cubanos en el país suramericano.
El mandatario electo ya ha dicho que buscará relaciones más estrechas con Estados Unidos, y confirmó el jueves que planea seguir el ejemplo del presidente Donald Trump y trasladar la embajada de Brasil en Israel a Jerusalén