Andan revueltos los franceses, y la han liado a gran escala, el resultado ha sido que el presidente de la República ha decretado el estado se emergencia social y económica, porque hay muchos franceses que pasan dificultades para llegar a fin de mes y están muy cabreados pues no les gustó que les dijesen que les subían los precios pero no los sueldos. Y además es que tienen un 8,9 % de desempleo. Así que como primera medida ha dicho que subirá el salario mínimo interprofesional de los 1.500 € al mes hasta los 1.600 €. Es que Francia anda en estado de emergencia social.
Al sur de los Pirineos esas cosas no pasan, aunque los datos de desempleo, precariedad, subempleo, temporalidad y pobreza son comparables con los de Grecia y no con los de Francia, pero es lo lógico porque los habitantes de la periferia sur de Europ,a a fin de cuenta,s llegaron pobres a Europa y pobres se quedaron. Por que no protesta la gente por perder lo que no tiene, que es el modelo "mediterráneo" de Estado del bienestar donde el personal puede vivir en la miseria sin que pase nada porque las autoridades así lo han decretado, excluyéndose ellos mismos de recorte alguno que para eso son los propietarios del Estado y los beneficiarios de su bienestar.
Lo curioso es que con unos indicadores sociales mucho peores que los de Francia en España no hay motivo para declarar un estado de emergencia social, porque ya se ha legislado para que la gente pueda ir a pedir limosna en forma de comida gratuita para pobres siempre que lo habilite un funcionario. Porque remediar la pobreza no es competencia del Estado es cosa de cada uno que tiene el deber de encontrar un buen empleo y hacerse rico como si fuera un Villar-Mir de la vida que del ministerio pasa a empresario millonario salido del Estado.
Es como el derecho a la vivienda, que supone el deber de tener dinero para comprarla, y si no es así pues a vivir en un banco en la calle que es lo que se puede garantizar, así podrá acceder a bocadillo y tacita de caldo de pastilla entregada por un voluntario, porque la caridad debe ser gratuita y el que haga el trabajo no debe cobrar. Por eso no hay motivo de emergencia social, a fin de cuentas, aquí hay sol y playa, y con eso el Estado ya cumple con su función principal, que es que la península ibérica esté situada el sur de Francia separada por los Pirineos y al lado de África, donde tampoco han oído hablar de emergencia social, y saben que se les garantiza pasaje en patera si se lo pueden pagar.
Y es evidente que lo que vale en Francia no vale en España para medir la pobreza ni el gasto social, porque...Spain is different!. ¿Hay emergencia social en España?, ¿es mayor que la de Francia?, ¿a qué se parece más por sus indicadores sociales España, a Francia o a Grecia?. Macron con estas medidas se ha manifestado como un peligroso antisistema, un revolucionario comunista y un antifrancés populista que quiere destruir a los países de la periferia sur como España y Grecia restregando a sus habitantes que son unos pringados y unos muertos de hambre, con unos derechos sociales de país no europeo, no como los franceses, que al igual que belgas, holandeses, alemanes, austriacos, daneses, suecos, noruegos, finlandeses, islandeses, suizos, británicos o irlandeses pueden caer en situaciones de emergencia social. Casualmente los de la frontera sur europea, España, sur de Italia y Grecia no. Porque deben ser sitios donde no merezca la pena ir por sus miserables condiciones de vida, desempleo, corrupción y pobreza, como corresponde a un territorio fronterizo, el desierto social del sur de Europa.
¿Y Portugal?. Ni mu, oiga, hablemos de recentralizar funcionarios y administraciones que es lo que importa a todos menos al 95% de la población que no tiene nada que ver con las películas de los burócratas del reino. Para eso están los medios, para hablar de lo que les manden las autoridades.