Revista Sociedad

La endodoncia, clave para evitar la pérdida de piezas dentales

Publicado el 12 junio 2017 por Comunicae @comunicae

Con una endodoncia no se busca sino eliminar total o parcialmente la pulpa del diente que esté dañada. La pulpa es la parte central de la pieza dental y contiene tanto vasos sanguíneos como nervios. Llega desde la corona hasta la raíz y conecta al diente con el hueso maxilar. Los futuros endodoncistas que se formen por ejemplo en Dental Excellence sabrán que una endodoncia será algo necesario cuando la pulpa esté inflamada, necrosada o ya muerta por motivos de diversa naturaleza. El resultado será la pérdida de tejido dental, algo que en un curso de endodoncia se aprenderá a subsanar.

Aunque no siempre es así, una higiene bucodental deficiente influye en el desarrollo de afecciones que pueden hacer necesaria la realización de una endodoncia. Es fundamental empezar valorando el caso en cuestión de cara a determinar qué tipo de endodoncia hay que practicar. Esta puede ser unirradicular, birradicular o polirradicular/multirradicular. En el primer caso se trabaja sobre dientes de una sola raíz como las piezas anteriores o algún premolar. La endodoncia birradicular se hace cuando las afectadas son piezas dentales con dos raíces (premolares y algún molar). En último lugar, la endodoncia polirradicular o multirradicular se acomete sobre dientes que tienen más de dos raíces como los molares. Los odontólogos que cursan sus estudios en centros de formación como Dental Excellence saben que la endodoncia no es un proceso doloroso. Se aplica anestesia local para después pasar a perforar la corona del diente y poder acceder a la pulpa y extraerla. Después es imprescindible limpiar a fondo el conducto pulpar, eliminando bacterias y posibles restos de tejido necrótico. En ocasiones es necesario complementar la endodoncia con antibióticos cuyo componente activo sea por ejemplo la amoxicilina. El último paso es la obturación y el sellado de la pieza para que no haya problemas en la masticación.

A veces, tras la endodoncia, puede ser necesario colocar una corona. En todo caso, tras el tratamiento de conductos hay que hacer un seguimiento para comprobar que todo vaya bien. En otras palabras, para verificar la efectividad y evolución de la endodoncia y, si se da el caso, proceder a la realización de una nueva.


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