El catalán lo hablan unos 10 millones de personas en el mundo. Más del 95% de estos catalanoparlantes habitan en España. Para alguien muy interesado en temas identitarios quizá este dato bastara para constatar que el catalán es un idioma español. Para los que no lo estamos tanto, sí es notorio que el catalán es un idioma administrativa y territorialmente español. Casi absoluta y exclusivamente español.
España en catalán se dice Espanya.
Algo similar ocurre con el gallego (3 millones de hablantes) y el euskera (alrededor de 1 millón de hablantes). Una desbordante y abrumadora mayoría de sus hablantes es española.
España en gallego se dice España y en euskera Espainia.
Ayer tarde bajaba a casa en la moto detrás de una guagua (palabra española, pues forma parte del español hablado en Canarias, España, aunque también designe al autobús en varios países de Latinoamérica) con propaganda electoral. Propaganda electoral del Partido Popular de Cataluña. Lo típico: una foto de Xavier García Albiol y un eslogan. El eslogan elegido para las elecciones catalanas post-DUInoDUI, post-155 por el PPCat es "España és la solució". La frase está en catalán (no es necesaria la traducción, no es "Setze jutges d'un jutjat mengen fetge d'un penjat") salvo una palabra: España.
No voy a entrar en que los políticos tratan a sus votantes como tontos (hecho particularmente palpable en los jerarcas populares) porque es algo de todos sabido. Tampoco pararé a puntualizar que en campaña vale todo y que las estrategias buscan votos, no respuestas ni soluciones. No pontificaré sobre lo triste que es que la realidad política se nutra casi exclusivamente de tomarnos por tontos y captar nuestro voto. Estas líneas ya han sido demasiadas para hablar de algo tan obvio. Pero no puedo resistir preguntarme qué necesidad tiene el PP catalán de dejar meridianamente claro que la solució es España. No Espanya (¿que es quizá el problema?). España con Ñ. Esa letra que no existe en catalán. Ese idioma que han simulado amar hablado por gente que han simulado admirar. En esta época de crispación y conflicto, con millones de personas saliendo cada dos por tres a las calles (que están aún manchadas de sangre), ante unas elecciones delicadísimas. Han decidido, una vez más, decir una cosa (unidad, concordia) y hacer, demostrar, exactamente la contraria. Y que no quede espacio para la duda.
Luego se preguntarán por qué el partido que gobierna España es el que menor representación parlamentaria tiene en esta Espanya.
En palabras de su líder en la apertura de campaña: Somos más chulos que nadie, ¡a por ellos!
Nos gobiernan los ultras.