El día que a Maddie le pusieron esos enormes pómulos que acabarán por engullirla entera seguramente le inyectaron la fórmula definitiva de la eterna energía porque lo de esta mujer es para que baje Dios y lo vea. A mi me parece algo tan admirable ( soy vaguísima , por desgracia) que no entiendo a los que la ponen a parir por no estar en Acapulco tirada en una hamaca con un daikiri en la mano, que es lo que en su situación, haría yo por descontado.
Aburra o no, la mujer tiene intereses y proyectos a punta y pala y cuando no es un disco, un dvd ( acaba de salir a la venta el dvd del Sticky & Sweet tour, por cierto), películas ( va a dirigir en breve)lineas de ropa o editoriales de moda en las que conoce a maromos brasileños , aún tiene tiempo de hacer algo provechoso con las decenes de millones que le siguen lloviendo cada año.
Estos dias ha estado en Malawi, país que ya forma parte de su vida tras adoptar a dos niños nacidos allí y se ha encargado de poner los primeros cimientos de la que será la escuela para niñas huérfanas que se ha encargado de financiar. Madonna en su discurso hizo referencia a la conexión que siente con los niños que han pérdido a sus madres ya que ella se quedó sin la suya cuando solo tenía 5 años.
Por cierto, y yéndonos de nuevo a lo frívolo que es lo que nos gusta, Madonna y su hija Lola, que la acompañó en el viaje, iban muy del mismo rollo vestidas. ¿Que apostamos a que la tan anunciada línea de ropa juvenil igual va por esos derroteros?
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