Dª Carmen Ninet, diputada en las Cortes Valencianas, tuvo la feliz ocurrencia de “twitear” respecto a Dª Ana Belén Roy, que es una “rubia pepera en busca de neurona”. Dª Carmen es licenciada en Dirección de Empresas y funcionaria desde 1986, habiendo entrado a colaborar con UGT en 1991, lo que le otorga una dilatada carrera política o en el seno de la administración pública.
Dª Ana Belén Roy nació el día 24 de Agosto de 1977 y es licenciada en Ciencias Políticas y en Periodismo, fue “chica del tiempo” y ahora se dedica a presnetar los telediarios, lo que la hace sensiblemente más popular que la parlamentaria valenciana.
Dª Carmen Ninet se autodefine como socialista y feminista siempre, y se permite la descalificación o el insulto fácil, como es el caso, hacia una profesional de la televisión, con una formación académica cuando menos igual a la suya y con unos atributos físicos que, a la luz de las imágenes, la valenciana habrá de envidiar. Si la situación hubiese sido inversa, es decir, que una diputada del Partido Popular dijese lo mismo de digamos, por ejemplo, Iñaki Gabilondo, el progresismo militante hubiese saltado a los medios de comunicación calificando de fascista al autor de semejante desatino y pidiendo su inmediata dimisión. toda vez que el piropo proviene del pensamiento correcto políticamente, no deja de ser un chascarrillo comentado y criticado en Twuiter, pero sin otra trascendencia más allá de la meramente anecdótica.
Dª Ana Belén está muy guapa, y es una presentadora de voz agradable, a quien gusta ver en la pequeña pantalla, que cada vez es más grande; es joven, atractiva, y tiene una prolongada carrera por delante. La Sra. Ninet cuenta catorce años más de edad que la periodista, y la naturaleza fue menos generosa en los atributos físicos; las imágenes más arriba hablan por sí mismas; a punto de cumplir cuarenta y ocho años, no parece que su carrera política se prolongue mucho más allá del parlamento autonómico, por muy feminista que sea y mucho socialismo que apoye sus ideas y su refinada educación. La diferencia, por tanto, entre ambas es abismal, y a la guapa presentadora, quien suscribe no le oyó decir nada todavía. Además de atractiva, es elegante y eso la hace aún más valiosa personal y profesionalmente.