Reconozco que se me da mal eso de hacer varias cosas a la vez, y que envidio a quien es capaz de hacerlo con soltura. En el trabajo veo gente capaz de responder correos mientras participa en una reunión y encima te genera un acta con las notas que ha ido tomando durante ella, mientras que yo soy de los que pierde el hilo de lo que está diciendo si veo una alerta de correo mientras hablo.
Para mi consuelo, leí hace poco un artículo de Gloria Mark, doctora en Psicología por la universidad de Columbia, que venía a decir que e so de la multitarea es algo totalmente antinatural y de hecho, subraya que más que aumentar la productividad, la disminuye, porque lo que se provoca al hacer dos cosas a la vez es desplazar nuestra atención de una cosa a otra.
Tu cerebro viaja en segundos de la reunión en la que participas al correo que me acaba de entrar, luego otra vez a la reunión, luego al nuevo correo... y como ambas tareas requieren pensar y formar lo que se conoce como un modelo mental de esa tarea, es imposible hacer ambas cosas a pleno rendimiento.
Tampoco olvidemos que la multitarea tiene un desgaste físico asociado, porque está demostrado que contribuye a desarrollar estrés y además aumenta el ritmo cardiaco y la tensión arterial, lo que explica que termines tan especialmente cansado tras un día intenso de correos electrónicos, reuniones y mensajes de chat.
Al final te metes en esa rueda de estar permanente haciendo varias cosas a la vez de la que es complicado salir. Gloria Mark mencionaba en el artículo que n uestra capacidad de atención se ha reducido en los últimos 20 años de dos minutos y medio a solo 47 segundos en la actualidad. Ya no solo en el trabajo, sino también en nuestra vida personal, vivimos rodeados de estímulos. Los "culpables" son el smartphone y las redes sociales, creados en los primeros años 2000, que provocaron que gran parte de nuestro mundo físico migrara al mundo digital poniendo al alcance de nuestra mano toneladas de contenidos y de información.
Recibimos constantemente notificaciones de un montón de apps, notificaciones que podemos desactivar, pero que incluso así nos distraen porque tenemos la necesidad continua de averiguar si ha entrado algo nuevo en nuestra bandeja. Está demostrado que casi la mitad de las veces nos distraemos por iniciativa propia, porque tenemos la necesidad de mirar las noticias o comprobar un recuerdo que nos acaba de asaltar.
Muchas empresas implantan estrategias de desintoxicación digital con el fin de que sus empleados puedan conciliar su vida personal y profesional, desconectar de tanta digitalización y también, como consecuencia de lo anterior, mejorar su capacidad de atención y ser más productivos. El problema de esas estrategias es que suelen ser como las dietas rápidas, te pones con ella, pero después de unos días acabas dejándola. Nunca acaba de funcionar y terminas volviendo sin querer a tus hábitos anteriores. Pues con el " digital detox " sucede lo mismo: Estas sin tecnología o sin reuniones a deshoras durante una o dos semanas, hasta que surge "un fuego" y acabas volviendo a tus viejas costumbres.
Yo creo que la clave está en entender las razones por las que uno mismo se comporta así para poder modificar tu conducta, ser conscientes de que son muy pocos los correos que no pueden esperar a que termines la reunión para ser contestados, y que probablemente esa ansia de querer atender todo rápidamente te lleve a cometer errores que requerirán después de un tiempo para resolverlos, tiempo que va a ser mayor que lo que has ahorrado con la multitarea.
Deberíamos tomarnos todos un tiempo de tranquilidad cada día en el que no asistamos a reuniones ni contestemos correos, sino que estemos centrados en alguna tarea pendiente que requiera de nuestra concentración, que siempre la hay... un buen propósito para el año que está a punto de comenzar.
Fuente https://balcon40.com/2023/11/16/la-epidemia-de-la-multitarea/